Con un desfile militar iniciaron este martes las celebraciones oficiales por el 70º aniversario de la fundación de la República Popular China. La revolución comunista «transformó completamente el miserable destino de China, que fue pobre, débil y humillada durante más de cien años», dijo el actual presidente Xi Jinping en su discurso desde la Puerta de la Paz Celestial, frente a la plaza de Tiananmen, en Pekin. «Hace setenta años un día como hoy el camarada Mao Zedong declaró solemnemente al mundo en este mismo lugar la fundación de la República Popular China y el pueblo chino se puso en pie», recordó y aseguró que hoy «no hay ninguna fuerza que pueda siquiera hacer temblar el estatus de China o detener al pueblo y a la nación en su camino hacia adelante.» Jinping es el octavo mandatario desde el 1 de octubre de 1949, tras el fin de la guerra civil que duró 22 años entre el Ejército Nacional Revolucionario del Kuomintang o Partido Nacionalista Chino (KMT), y el Ejército Rojo del Partido Comunista Chino (PCCh). Acompañado por el comité del Partido y los ex presidentes Hu Hintao y Jiang Zemin, ratificó también que continuarán implementando el principio de «un país, dos sistemas» en Hong Kong y Macao, distritos especiales con «alto grado de autonomía». En Hong Kong, mientras tanto, hubo manifestaciones en contra del gobierno central. En el desfile, del que participaron 15.000 soldados, cientos de tanques, misiles y aviones de combate, se mostraron armamentos nunca vistos en público. Un día antes, el coronel Wu Qian, portavoz del Ministerio de Defensa había aclarado que el desfile no se dirige “contra ningún país ni ningún incidente específico”. Ironizó también con que “cuando mostramos nuestro armamento, se dice que estamos mostrando músculo militar. Cuando no, nos acusan de ser poco transparentes. Nosotros lo que estamos es comprometidos con nuestro propio desarrollo”.