Cerca de 50.000 operarios de General Motors (de 33 centros producción y 22 de distribución) están en huelga desde el 16 de septiembre en EEUU solicitando la firma de un nuevo convenio colectivo con mejoras salariales y cambios en la situación de los empleados contratados. El sindicato United Auto Workers (UAW), pide también que GM reactive cuatro fábricas paralizadas en noviembre de 2018 y recuerda que la empresa fue favorecida por un rescate histórico en 2009, durante el gobierno de Barack Obama. La medida paralizó la producción en plantas de GM ubicadas en Canadá y en México. En este último, 6.000 trabajadores fueron suspendidos temporalmente desde este miércoles debido a que no llegan insumos desde EEUU. El Banco JP Morgan estimó que la huelga afecta ya a la compañía en 1.000 millones de dólares.