La necesidad de ampliar los márgenes entre costos y precios, es decir, posibilidades de ganancia, lleva a impulsar la modificación de regímenes jubilatorios en todos los paises del mundo. El capital que circula globalmente requiere, del otro lado de cada mostrador, un precio unificado de la fuerza laboral. Es por eso que la crisis entre capitalistas -la que aparece como guerra comercial entre conglomerados empresariales de todos los países y de todas las actividades -desde las primarias extractivas hasta la automotriz y la informática-, tienen entre si un punto en común: bajar e igualar el precio general, social, medio de la mano de obra. La prevision social entra en ese cálculo. Además, al subir la edad jubilatoria se aumenta la cantidad de trabajadores en disponibilidad con lo cual la competencia por lograr ser empleado aumenta, el salario tiene a reducirse y la precariedad laboral se hace cada vez más normal.