Vecinos y estudiantes hemos comenzado a buscar estrategias para enfrentar de manera conjunta las necesidades actuales, principalmente alimentarias y económicas. En el marco de actividades de colecta, relevamiento de necesidades, acompañamiento en merenderos y ollas populares, hoy se realizó al mediodía una olla popular en el Barrio San Martín, ubicado en cercanías del puente colgante.
Las familias en su gran mayoría se encuentran sin actividad laboral alguna, y si bien muchos han gestionado el Ingreso Familiar de Emergencia no lo cobraron todavía. Hay familias que vienen percibiendo los $1000 que destinó el municipio, pero cuentan cómo los negocios de la zona recargan los precios de los artículos aprovechando la imposibilidad de la gente del barrio de dirigirse a otros comercios. Esto licua las posibilidades de compra con cualquiera de los ingresos que lleguen por parte del estado.
A partir de estas demandas, que crecen con el paso de los días en cuarentena, y de la organización junto a una red de estudiantes voluntarios, una de las familias del barrio dispuso su casa para la realización de la olla comunitaria, mientras que los insumos y los materiales para cocinar fueron conseguidos a partir de distintos aportes solidarios y del intercambio entre organizaciones que vienen realizando actividades similares.
Así, desde temprano empezaron los preparativos. Durante el transcurso de la mañana se anotaron las familias que requerían las viandas y pasadas las 14 horas, cuando el guiso estuvo listo, los vecinos se acercaron a retirar las porciones para cada grupo familiar.
«Más de 70 personas comieron de la olla popular y, nuevamente, la organización colectiva se convirtió en la alternativa para enfrentar la situación en tiempos de pandemia.»
El sol acompañó la tarea, la olla humeante fue convocando a más familias de las que estaban anotadas: en total más de 70 personas comieron de la olla popular y, nuevamente, la organización colectiva se convirtió en la alternativa para enfrentar la situación en tiempos de pandemia.
La realidad nos reclama continuar las actividades, profundizar la auto-organización y la red de solidaridades. En este momento de necesidad e incertidumbre, las soluciones dependen de la medida y la forma en que nos organicemos, en cada rincón, al calor de cada olla, en cada lugar.