E l pasado 29 de julio nos anoticiábamos del fallecimiento de nuestro compañero, Maximiliano Chapezzoni (33).
Su temprana, inesperada e injusta despedida nos llena de dolor para quiénes compartimos el trabajo, la organización y la lucha con él.
Decenas de mensajes de distintos compañeros y compañeras, de distintas organizaciones, ámbitos y lugares inundaron las redes con solidaridad, recuerdos, tristezas y abrazos a la distancia.
Si bien cuesta escribir cada una de estas palabras, queremos recordar su vida, repleta de compromiso y participación.
De los imprescindibles y necesarios.
Dedicado, solidario, comprometido, luchador, militante.
De esos que transforman, se transforman y nos transforman.
Quienes caminamos con él, llevaremos los recuerdos. En su trabajo como periodista -el recuerdo- del hacer visible las distintas problemáticas del pueblo, de poner en páginas las injusticias y desigualdades sociales. En su trabajo en las cooperativas -el recuerdo- de su incansable dedicación para sostener los aspectos organizativos, ante las dificultades permanentes. En su participación sindical -el recuerdo- de ser un luchador imparable, activo y solidario. En su militancia -nuestros recuerdos- de compartir este camino de luchas.
Se trata de sueños. De cientos de jóvenes, que al venir a estudiar, deciden iniciar un camino de transformación, compromiso, participación. Así encienden los sueños de una sociedad mejor.
El legado está en recordar esa lucha. Al lado del dolor, alojamos esta rebeldía e instinto transformador que nos enseñaste.
Con un bolso de ropa y sueños, vino de Laboulaye hace 14 años. Y su caminar nos encendió y transformó a todos.
Estarás presente Maxi.
¡Hasta la victoria siempre, Chape!
Una partida incomprensible. Tanta pasión puesta al servicio de su familia, su trabajo, su estudio. Una lección de vida para iluminar la nuestra. Hasta la victoria querido Maxi!