L a suspensión del pago e investigación de la deuda” fue la consigna que movilizó a organizaciones sociales en distintas ciudades del país. “Fuera FMI” porque las “estafas no se pagan”, recorrió ayer las calles de Rosario, Resistencia, Salta, Tartagal, San Salvador, Santiago del Estero, Tucumán, Mar del Plata, Santa Rosa de La Pampa y Capital Federal. También hoy habrá movilizaciones en Córdoba, Bahía Blanca y la ciudad de Río Cuarto que se pospusieron por lluvia.
La deuda por 57.000 millones de dólares que contrajo el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “no fueron a ninguna inversión, ni obra pública, ni a estabilizar la economía. Por las investigaciones del Banco Central, sabemos que sirvieron para facilitar la sangría de riqueza nuestra a través de la fuga de capitales”, expresó en su declaración la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda.
Las organizaciones plantean que este año el gobierno terminará pagando entre capital e intereses cerca de 5.000 millones de dólares al organismo internacional.
Además hicieron hincapié en las consecuencias del endeudamiento: “su impacto más inmediato ha sido la brutal caída del poder adquisitivo de los salarios, el 40% de la población bajo la línea de la pobreza, las altas tasas de desocupación y subocupación, la falta de acceso a la vivienda y la crisis de los sistemas públicos de educación y salud”, indicaron.
También sostuvieron que “el pago de esta estafa es una política acordada con el gran empresariado local, que necesita del acuerdo con el FMI para renegociar sus propias deudas -en parte nominadas en dólares-. Por ello presionan por seguir aumentando la inflación y por una reforma laboral”.
La declaración apunta a que el gobierno continua avanzando en la promoción a toda costa del “extractivismo tóxico agro-industrial, mineral, hídrico y energético, lejos de los discursos altisonantes ante el G20 y la Conferencia Climática”, además de denunciar “el pedido de canjear esta deuda ilegítima y odiosa por nuestra agua, nuestro aire, nuestros bosques y territorios”.
La declaración llama a las organizaciones populares a construir “una férrea unidad en acción para impedir que este sistema de deuda eterna continúe avasallando al país y dejándonos sin presente ni futuro”. Además, manifiestan que es “una pelea mayor, las de todos los pueblos oprimidos contra el dominio de la usura financiera internacional y las potencias imperialistas”.