E
l pasado 13, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), en conjunto a organizaciones estudiantiles, sociales y campesinas, convocó a un paro nacional para reclamar al gobierno reformas sociales y económicas, el cual continúa en desarrollo hasta la fecha.
Entre las exigencias, se encuentra la reducción del precio del combustible, la moratoria y renegociación de las deudas familiares, protección de los territorios ante el extractivismo, precios y trabajo justos, contra la privatización de los sectores estratégicos, salud, educación, seguridad, etc.
Hasta el momento se han producido decenas de detenciones y muchos manifestantes resultaron heridos, entre ellos cinco asesinados por las fuerzas de seguridad y dieciocho personas desaparecidas.
El gobierno de Guillermo Lasso decretó el estado de excepción en seis provincias y ordenó el despliegue de las Fuerzas Armadas. Además, este martes 28, a través de cadena nacional, suspendió la mesa de diálogo con la CONAIE y anuló a su referente, Leónidas Iza, como interlocutor válido. “No vamos a negociar con quienes mantienen al Ecuador como rehén”, dijo el mandatario.
Este martes, también, y tras una presentación de la bancada de Unión por la Esperanza (UNES) se debatió la destitución del presidente por grave crisis política y conmoción social. Sin embargo, tras discutirlo durante tres jornadas, y pese a lograr más del 60% de los votos afirmativos, no se obtuvieron las 2/3 necesarias para avanzar con la moción.