La ley 24.065, sancionada el 19 de diciembre de 1991, cambió el régimen del sistema eléctrico en el país. “Esta ley no privatizó Hidronor (empresa pública). La ley 24.065 privatizó el agua en la Argentina y nadie se dio cuenta”, manifestó Emmanuel Guagliardo, abogado neuquino especialista en energía y ambiente.
“Privatizaron el agua. Ese es el debate. Cammesa, que controla el mercado eléctrico, administra la cantidad de agua que hay que largar desde la represa el Chocón para poder generar lo que se necesita en los picos de demanda en los grandes centros urbanos industriales y, al mismo tiempo, aprieta la perilla de cuándo sacar energía”, explicó Guagliardo quién también es militante político y asesor legislativo del diputado provincial de por Unión de los Neuquinos (UNE), Mariano Mansilla.
El próximo 11 de agosto se vencen los contratos de 5 represas y la Secretaría de Energía ya instruyó a Enarsa que se haga cargo transitoriamente.
“Pusimos el grito en el cielo porque vemos que esta no era la salida” -indicó Guagliardo- ya que “cualquier salida debe contar con la participación, en el armado de ese proceso, con las provincias”.
El próximo 9 de julio bajo el nombre “El grito de la Patagonia” convocan a la segunda reunión abierta en defensa de las hidroeléctricas. Será en el ingreso a la localidad de El Chocon, a la vera de la Ruta 237 y participarán dirigentes sindicales, intendentes, concejales y diputados provinciales, entre otros (ver “El grito”)
Aunque el abogado aclaró que el debate no se tiene que acabar en “el chauvinismo federalista de que estos recursos son nuestros o de la Nación” y agregó: “es momento para discutir cuestiones que tienen que ver con qué régimen legal estamos generando energía”.
¿Cuál es ese régimen?
La ley 24.065 fue impuesta por el Consenso de Washington. Cuando el Estado de bienestar se convirtió en un Estado privatizado, desguazó la antigua Hidronor y estableció un nuevo régimen eléctrico. Ese régimen nadie lo discute y es inconstitucional. Hay una debilidad en el campo nacional y popular progresista porque no fuimos capaces de sustituir una inventiva jurídica pos-neoliberal sobre qué régimen de generación eléctrica necesita el país en 2023.
¿Qué implica esa debilidad?
No hay que alimentar la tesis que postula que, como es un tema empresarial, es mejor que haya una empresa y en todo caso las provincias y el Estado participen en un porcentaje accionario y se resuelve. Lo que se necesita es una voz fuerte y potente que dé vuelta la página de la privatización del agua en los últimos 30 años en Argentina. Esa página se va dar vuelta cuando debatamos un modelo donde no sólo se discuta el porcentaje de participación de las provincias, sino que se discuta que con las hidroeléctricas estamos administrando el recurso vital y esencial para la vida.
Desde la semana pasada el río Neuquén está en una de sus máximas crecidas. Esto implicó el debate en las comunidades aguas arribas sobre la necesidad de tener mayores obras de aprovechamiento hídrico de estos recursos.
¿No hicieron obras las empresas concesionarias?
Después de haber hecho estas represas no se hizo ninguna más. Reventaron las ganancias, distribuyeron las utilidades y no generaron ningún fondo para la reparación y mejoría de las centrales y tampoco para seguir haciendo más obras hidroeléctricas que se necesitan. Las obras no solo sirven para generar energía, sino para administrar el agua.
¿Creés que no hay que renovar con las empresas concesionarias?
Bajo ningún punto de vista. El proceso de la hidrovía generó el mismo debate. Se venció la concesión, el Estado la tomó y se la volvió a dar a privados. Ahora con Enarsa pasa lo mismo. Como no hay tiempo para armar un pliego porque no lo hicimos en 30 años, es preferible dársela a las operadoras que lo venían operando. Eso muestra una línea con el estado federal argentino que todavía no rompemos y es la continuidad del Consenso de Washington de los años noventa.
El grito
“El grito de la Patagonia” es el nombre de la segunda reunión abierta en defensa de las hidroeléctricas, que se realizará el próximo domingo en la localidad de El Chocón.
Así lo anunció el diputado provincial por UNE, Mariano Mansilla, durante su exposición sobre el tema en el Parlamento Patagónico, donde concurrió con el Ingeniero Acatatis, presidente de la empresa provincial pública de energía EMHIDRO.
En la primera reunión, realizada el pasado 12 de junio, participaron diputados, intendentes, concejales, representantes sindicales, líderes sociales, ex retirados de El Chocón y de Hidronor y vecinos. A solo 30 días del vencimiento de las principales concesiones, las provincias aún no saben qué hará el Estado nacional. “Entre todos y todas evaluaremos los pasos a seguir, por lo que entre los participantes hemos considerado convocar a nuestro pueblo a una reunión abierta en el ingreso de la ciudad donde se encuentra una de las emblemáticas represas, El Chocón. Si queremos ser escuchados debemos levantar la voz, si queremos recuperar las represas debemos luchar”, dijo Mansilla a los diputados de toda la Patagonia. La convocatoria la impulsan también las diputadas Marita Villone y María Laura Du Plessis.
Hacer que nadie se de cuenta de la privatizacion del agua es porque seguro el cerco mediatico de los medios hegemonicos siempre actuaran y actuaron en contra de argentina..ahora como siempre el pueblo de pie rectificara este horror con el agua..
Es confuso el comentario. Y lo es adrede. No pueden reclamar las represas xq no son d las provincias. Lo q debe reclamar el pueblo es el derecho al beneficio de parte de las ganancias xq es el dueño dl agua. Y la comparación con la hidrovia es maliciosa,xq todavía,menos mal,no se resolvió la nueva administración,q yo sepa