E
n julio la Base Monetaria (“BM”) creció en 507.000 millones de pesos según el informe del Banco Central (BCRA). En el último trimestre la emisión de dinero superó el billón de pesos.
El mes pasado, los factores que explican la expansión de la BM fueron, por orden de magnitud, el pago de intereses por 1,154 billones de pesos, seguido por el concepto “Otros” por el cual se canalizan las intervenciones del BCRA en el mercado de bonos y de cambios por más de 410.000 millones de pesos.
Pero también el Sector Público fue un factor de expansión de la Base vía los Adelantos Transitorios (ATN) a la Tesorería por 440.000 millones de pesos más otros 150.000 millones de pesos de Transferencia de Utilidades. La emisión fue casi compensada por las compras netas de divisas al BCRA por el equivalente de 312.000 millones de pesos y el aumento del stock de depósitos públicos en el BCRA por 113.000 millones de pesos.
Para absorver la emisión, el BCRA colocó deuda remunerada. Por un lado, absorbió vía Pases pasivos (son colocaciones de los bancos en el BCRA a un día de plazo, que hoy pagan una tasa del 91% anual) por un monto de 704.000 millones de pesos a lo que se suman otros 477.000 millones de pesos de Letras y Notas de Liquidez (Leliq y Notaliq).
Como saldo quedaron en circulación 507.000 millones. Por ende hay emisión, pero en gran parte queda estacionada dentro del BCRA bajo la figura de pasivos monetarios remunerados.
La deuda flotante es de 1,4 billones de pesos
En los primeros seis meses, los gastos que todavía no fueron abonados por el Gobierno (denominada deuda flotante) ascendieron a 1,4 billones de pesos, de los cuales 1,3 billones corresponde a una nueva deuda contraída este año, según indica en su monitor la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC). De ellos, el 40% pertenecería a pymes proveedoras del Estado.
La Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE) le envió al Gobierno una nota para reclamar porque las demoras están licuando la deuda debido al efecto de la inflación. La titular de la entidad, Irma González, explicó que “la mayor parte de la facturas pendientes son del último cuatrimestre del año pasado”.
El incremento de la deuda flotante le permitió al ministerio de Economía cumplir las metas de déficit fiscal acordadas con el FMI en el 2022.
Ese tipo de crédito “comercial” que va tomando el Estado representa aproximadamente el 75% del déficit fiscal acumulado en los primeros siete meses del año.
Entre octubre y diciembre del 2022, la deuda flotante pasó de 628.885 millones a 1,03 billones de pesos. Es decir, que para poder cumplir con la exigencia del 2,4% del PBI de rojo que exigía el Fondo, se dejaron de pagar unos 400.000 millones de dólares. Parte de eso se abonó en enero de 2023, y por eso, el primer mes del año, en el que usualmente el déficit es bajo o incluso puede haber superávit, terminó con un déficit de 200.000 millones de pesos.