Los gobernadores de Salta (Gustavo Sáenz), Catamarca (Raúl Jalil) y San Juan (Marcelo Orrego), constituyeron La Mesa del Cobre. Estaban en Bruselas, de gira comercial por Europa junto con la ahora ex secretaria de Minería, Flavia Royon. Se le ocurrió la idea y la anunciaron: un espacio para promover y articular la formulación de políticas públicas orientadas al desarrollo de esta actividad minera. Sustentable y sostenible, claro.
El sector privado ya había conformado la suya. Son las empresas titulares de los 8 mayores proyectos cupríferos (Los Azules, Taca Taca, Mara, Josemaría, Filo del Sol, Altar y Pachón), localizados justamente en esas jurisdicciones, que están esperando el visto bueno para avanzar. En general están en etapas de exploración y de estudio de factibilidad económica.
En Argentina no se produce cobre desde 2018, cuando el cierre de la mina Bajo de la Alumbrera, en Catamarca.
Similar al litio, el cobre es otro mineral con una cada vez mayor demanda global de parte de la industria electrónica, la electromovilidad de las automotrices y las energías renovables.
La minería en Perú y en Chile explican el 35% de la producción mundial y el 50% de las exportaciones.
China explica el 35% de la demanda mundial. Junto con EEUU, UE y Japón suman el 65%.
Hacía ahí miran las dos mesas: proyectan la entrada de 25.000 millones de dólares de inversión y de 10.000 millones de dólares anuales de exportación, a fines de la década.
La Secretaría de Minería informó que poniendo en marcha esos 8 proyectos, recién en 2027 retomarían las exportaciones con un volumen comercial inicial de 800 millones de dólares.
Los mandatarios presentarán formalmente la iniciativa recién en mayo, durante la Expo San Juan Minera.