E
l martes se colmaron las calles de todas las capitales y ciudades universitarias del país. La Marcha Federal Universitaria, convocada hace unas semanas por los sindicatos universitarios (docentes y nodocentes) y la Federación Universitaria Argentina (FUA), movilizó a más de un millón de personas en más de sesenta localidades.
La fecha se había definido hace dos semanas y se adelantó dos días tras la aprobación del Consejo Interuniversitario Nacional, que definió su apoyo en el último plenario, realizado en la Universidad Nacional de San Martín. “La crudeza de la situación universitaria y del sector de ciencia y tecnología, y su aceleración motivada por las políticas del Gobierno del Presidente Milei exigen respuestas rápidas y articuladas por parte de la comunidad universitaria”, expresaron los organizadores, llamando a movilizarse a las centrales sindicales, la comunidad científica, organismos de derechos humanos, organizaciones estudiantiles, representantes políticos y a la ciudadanía en general.
La marcha fue un hecho histórico y no sólo por su convocatoria: la coordinación entre las federaciones sindicales y la máxima representación estudiantil universitaria no se producía desde agosto del 2018. Y ni siquiera en aquel entonces hubo tanta sintonía como en esta oportunidad: el martes hubo una sola convocatoria, una sola movilización y un solo documento.
Acuerdo desmentido
Días antes, desde el Ministerio de Capital Humano, el gobierno nacional buscó apagar el conflicto comunicando oficialmente un “acuerdo” con las universidades, brindando un 70% de aumento de los gastos de funcionamiento en marzo y mayo y una partida extraordinaria para los hospitales universitarios.
Inmediatamente, el consejo de rectores desmintió el diálogo: “no se trata de un acuerdo, sino de un anuncio del gobierno” y ratificó la convocatoria a la marcha “como estaba prevista, pues es una actividad de vital importancia para visibilizar la situación que atraviesa el sistema universitario y científico nacional”.
Nacional y federal
El epicentro del reclamo se produjo en la Plaza de Mayo, donde convergieron las columnas a horas de la tarde, provenientes no sólo de CABA, sino también del área metropolitana, de la ciudad de La Plata y otras ciudades que enviaron sus delegaciones, como Rosario y Córdoba. Allí fue donde Piera Fernández, presidenta de la FUA, leyó el documento unificado. Si bien el primer número difundido por las organizaciones promedió el medio millón de asistentes, luego la estimación superó las 700.000 personas.
Cientos de miles también coparon las calles en el resto de las provincias: en Rosario y en Córdoba se contabilizaron 100 mil personas. “Además del recorte presupuestario en las universidades, hay un ajuste del cual los jóvenes no somos ajenos. Atravesamos una crisis en cuanto al precio de los alquileres, a la canasta básica. La crisis nacional se ve reflejada en el estudiantado”, planteó Aylén Orellana, presidenta de la Federación Universitaria de Córdoba.
40 mil personas se manifestaron en Mendoza, 30 mil en la capital santafesina y entre 10 y 20 mil en las ciudades de Tucumán, Ushuaia, Salta, Santiago del Estero, Bahía Blanca, Mar del Plata, Río Cuarto, San Juan, Corrientes, La Pampa y San Luis.
“La marcha es en favor de la educación pública y nosotros nos paramos a favor de la defensa de la educación pública en este gobierno y en cualquier otro también, pero sí hay medidas que no corresponden, sobre todo las presupuestarias y eso es lo que pone más en riesgo el funcionamiento de la universidad”, expresó Roxana Laciar, presidenta de la Federación Universitaria de Cuyo. Agostina Beccar, del Centro de Estudiantes de Humanas de la Universidad de La Pampa, cuestionó a Milei: “Sr. Presidente, póngase los pantalones y gobierne, que la injusticia y la miseria crece, mientras los ricos de siempre son los únicos beneficiados. Seguiremos resistiendo, no vamos a permitir que este plan macabro tenga su final feliz”.
En otras ciudades que cuentan con universidades nacionales, la sociedad también salió a la calle, como fue el caso de Comodoro Rivadavia (Chubut), Villa María (Córdoba) y Villa Mercedes (San Luis). También hubo réplicas en aquellas localidades donde existen sedes, extensiones aúlicas e institutos dependientes de las casas de estudios, como por ejemplo Tilcara (Jujuy), San Martín de los Andes (Neuquén), Eldoraro (Misiones) o Caleta Olivia (Santa Cruz).
“Estamos críticos en el funcionamiento de la UNRC”
Valentín Caglieri, flamante presidente de la Federación Universitaria de Río Cuarto, fue uno de las representantes que encabezó la marcha en las calles riocuartenses. “Esto es una manifestación de la importancia que tiene la educación publica en la sociedad, más allá de cualquier ideología y nosotros vamos a bregar por ello”, comentó a El Megáfono.
Consultado respecto a la postura del ministro de Finanzas, Luis Caputo, quién calificó a la movilización de “berrinche”, respondió: “Estamos críticos en el funcionamiento de la UNRC, eso no se puede discutir, así que vamos a hacer lo posible para que lleguen esos fondos”.
“No me quiero generar expectativas -expresó, sobre la respuesta que pudiera dar el ejecutivo ante la protesta-, espero que sea lo mejor y que podamos funcionar correctamente con este gobierno”.
“Tenemos que estar todos juntos”
“El reclamo es legítimo. Tiene como única bandera la defensa de la educación pública. No tiene que ver con un partido político, con un único sector. Es una matriz social pública y privada, en la que tenemos que estar todos juntos. Es toda la sociedad que hoy expresa lo que significa la educación pública nacional y la ciencia argentina”, dijo Marisa Rovera, rectora de la UNRC. “Más allá de los contextos, nosotros tenemos una responsabilidad y un compromiso con todo el pueblo argentino. La Universidad está abierta y va a seguir abierta”, dijo.