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ea con aranceles, sanciones y restricciones o con intervención militar, la crisis marca la intensidad de los enfrentamientos entre los sectores capitalistas.
Desarrollados vs Emergentes, Norte Global vs Sur Global, Globalistas vs Nacionalistas, G7 vs BRICS, son personificaciones de las alianzas que buscan resolver la situación en su favor y atendiendo a sus necesidades.
Coinciden, también a nivel global, en no ceder contra el ajuste sobre la clase de los asalariados y atacar sincronizadamente los derechos del anhelado ‘Estado de Bienestar’.
La ‘ventana’ que se abre para construir proyectos populares, es sólo una de las condiciones que podemos usar a nuestro favor.
Lo que falta es recomponernos de la deriva estratégica y avanzar con ejes claros, superando las antinomias (entiéndase: agendas) que nos dividen, sectorizan y enfrentan entre pobres.
Ahora es la salida electoral, con las opciones del régimen ya preparadas para la política mediatizada. Mañana puede ser la convocatoria a una movilización. Lo que se repite es que ninguna de las ‘ofertas’ surge de las bases, ni atiende a lo que necesitamos para recomponer el empobrecimiento estructural al que hemos sido sometidos.
A tal punto es así, que la supuesta agenda para enfrentar al Gobierno, es una mera reacción a sus acciones. Es decir, corremos detrás de su iniciativa.