El 17 de abril de 1951 se creó el Instituto Antártico Argentino (IAA), por decreto Nº 7.338 del presidente Juan Domingo Perón, bajo la dependencia del Ministerio de Asuntos Técnicos, siendo su primer director el coronel Hernán Pujato.
El IAA es el organismo gubernamental que centraliza la planificación, coordinación y control de las actividades científicas que la República Argentina lleva a cabo en la Antártida. Tiene la función de asesorar al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, del cual depende, en temas científicos antárticos y además la de ejercer la representación ante el Comité Científico para la Investigación en la Antártida (SCAR, por sus siglas en inglés).
En los fundamentos del decreto de creación se sostiene la necesidad de la existencia de un organismo especializado que en forma permanente, oriente, controle, dirija y ejecute las investigaciones y estudios de carácter técnico-científicos vinculados a las actividades antárticas argentinas, en coordinación con la Comisión Nacional del Antártico, que dependía del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En marzo de 2015 se inauguró una nueva sede de 1.900 m² en el Campus Miguelete de la Universidad Nacional de General San Martín. El nuevo edificio incluye nueve laboratorios de investigación científica que son de uso exclusivo del IAA.
En septiembre del 2017 se subastó el histórico edificio del Instituto Antártico Argentino (IAA), pionero mundial en la investigación científica del continente blanco. Un decreto de Mauricio Macri en 2016 que autorizó su remate y por lo tanto la pérdida de patrimonios no siempre tenidos en cuenta, como el cultural y el histórico: en este sitio creado en 1951, antes incluso de la firma del Tratado Antártico, funcionó la primera institución del mundo dedicada a la investigación científica en el último bastión de tierra al sur del sur.
El estudio de hielos continentales, los recursos marinos de los mares australes, la comprensión de los fenómenos oceanográficos, atmosféricos, biológicos y glaciológicos, entre otros, son algunas de las actividades que a lo largo de las décadas nucleó el edificio, como epicentro de la ciencia antártica, faro de la región, con logros mundiales llevados a cabo por representantes argentinos.