600 militantes y dirigentes enrolados en la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT) se reunieron el sábado 14 de abril en la ciudad de Santa Fe y plantearon la necesidad de reformar el estatuto de la CGT para que las delegaciones regionales tengan participación activa en el Consejo Directivo, para incluir los trabajadores de cooperativas y para reincorporar a los que quieran volver a la Central histórica.
El encuentro recogió las acciones que en las provincias ya vienen coordinando dirigentes de distintas centrales sindicales y de movimientos sociales.
La declaración leída tras el debate de las comisiones, apela también a que «la denominada oposición se articule alrededor de un programa claro y concreto de emergencia nacional».
Ese programa establece: eliminar tercerizaciones, garantizar salario mínimo universal, derogar la reforma previsional, revisar tarifazos, reforma tributaria para que paguen quienes más ganan, regulación financiera, que el Congreso controle al Banco Central y haga un seguimiento de la cadena de costos de producción .
Ante un gobierno que «beneficia a los sectores financieros y económicos más concentrados» y que «perjudica a los trabajadores con o sin empleo formal, a los jubilados, a los más pobres, a las clases medias, a las economías regionales», el actual Consejo Directivo de la CGT -apunta el documento- sigue «contradiciendo la vitalidad de los trabajadores» demostrada desde 2016 y sobre todo en las movilizaciones de fines de 2017 y de febrero de 2018.