El responsable de la Cámara Mercantil de la Ciudad, el empresario textil Iván Safadi, se mostró preocupado ante la coyuntura económica nacional y local. Tras el acuerdo de la multinacional francesa Carrefour con el gobierno nacional, que exime del pago de la mitad de los aportes patronales a la cadena de supermercados, el empresario Pyme local advirtió que «no hay expectativas de que haya ningún beneficio similar para con los pequeños y medianos comerciantes».
-¿Serviría un acompañamiento de este tipo para las Pymes?
-Sí, claro. Nos serviría para mejorar la rentabilidad que ha ido cayendo en los últimos tres años por goteo. Hoy llegamos a una situación en la que muchos comercios la rentabilidad llega a ser nula o negativa y terminan cerrando. Se han visto varios casos de cierres en el centro, cosa que no era habitual. No es crítico todavía, pero hay que estar alerta.
-Hay otros costos fijos que influyen en la rentabilidad, por ejemplo los alquileres.
-La situación de los alquileres es preocupante porque el dueño del local pretende una mejora del 30 o 35 por ciento anual y la venta en general no ha aumentado más del 17 o 18 por ciento, con una inflación del 22 por ciento. Los números están desfasados. Antes, cuando teníamos una inflación del 35 por ciento, la venta aumentaba el 38 o 40 y el alquiler el 35 y no se sentía. Hoy, la venta no supera ese 22 por ciento en pesos con respecto al año anterior y los gastos han crecido muy por encima de esos porcentuales.
– Y las tarifas, ¿cómo influyen?
-Estos aumentos supuestamente «son los últimos», después de «los últimos» que ya tuvimos y antes de «los últimos» que están por venir y que impactan, por supuesto, negativamente. Pero no solo de manera directa, sino de forma indirecta en la tarifa que recibe el usuario. La gente que antes pagaba 600 pesos de luz y hoy paga 2000, esos 1400 pesos que antes ahorraba eran utilizados para comprar alguna prenda de vestir o algún otro «gusto». Se volcaba al consumo. Hoy la gente se limita a pagar las deudas de la tarjeta de crédito, las tarifas, los impuestos, el alquiler de su casa y consume lo menos posible. Entonces, el tarifazo influye directamente en la factura de consumo eléctrico de un local, pero incide más indirectamente en la falta de disponibilidad de dinero que tiene la gente para consumir en los locales. El problema es uno solo, ¿se entiende?
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