El lunes fue la inauguración de la 23° Conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA). Un centenar de empresarios se congregaron el complejo Parque Norte de la ciudad de Buenos Aires: un escenario en el que el gobierno ratificó su rumbo y los representantes de grandes y peque-ñas empresas lo aplaudieron. Solo cuestionaron la política del Banco Central (BCRA) y pidieron créditos y subsidios. En el mismo item y sobre la apertura de las importaciones hizo foco el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de la seccional Zárate-Campana, que también disertó en las jornadas.
Eduardo Nougués, directivo de Ledesma y uno de los vicepresidentes de la UIA, ponderó en su discurso inaugu-ral “los grandes avances” del gobierno UCR-PRO que vinculó a la Argentina “de nuevo con el mundo”. Y expuso en ese punto la perspectiva de su sector: “mejorar la competitividad es una tarea conjunta para que el país se posicione de la mejor manera en la cadena de valor global”.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, habló tam-bién en la apertura del evento y explicó que el objetivo de su gobierno es “lograr una década de crecimiento sustentable que deje atrás la volatilidad a la que nos acostumbró la economía argentina”.
En ese marco ubicó los proyectos de reforma tributaria y al pacto fiscal con las provincias -que hoy ya tiene media sanción del Senado- cuyo objetivo «es que no se recargue las etapas de la producción con lo que llamamos impuestos distorsivos”. Córdoba, por caso, es una de las provincias que anunció ya la eliminación del impuesto a los Ingresos Brutos.
En su intervención Nougués había sido ya bien claro: “estamos convencidos de que la reforma tributaria y laboral van en el camino correcto”, dijo.
Completando el plan de acción del gobierno, Cabrera anunció que es “es posible que antes de fin de año alcancemos un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea”, algo “que va a tener un impacto muy positivo en las inversiones y nos va a hacer pasar de tener acuerdos comerciales con el 9% del PBI mundial, al 30%”.
“Mientras se avanza en cambios de fondo, trabajamos en acuerdos productivos sectoriales”, dijo el ministro y ejemplificó tomando hablando de las automotrices, uno de los sectores más transnacionalizado que opera en territorio argentino. “Con este modelo hay algunos sectores, como el automotor, que sintieron el impacto positivo, con 5 mil millones de dólares en inversiones, todo con la herramienta del diálogo”.
Financiamiento productivo
Nouguś distinguió bien los mensajes para las áreas de gobierno y apuntó contra la gestión del BCRA al mencionar que “las tasas de intereses elevadas con restricciones de financiamientos para pymes y la eliminación de la línea de crédito productiva se verá en mayores costos y profundizará la balanza comercial deficitaria con nuestros principales socios como Brasil y China”.
Federico Sturzeneger, su titular, anunció días atrás que desde enero de 2018 comienzan a eliminar las líneas de credito a tasa subsidiada para las pymes.
Con esto y con la suba de la tasa de interes, “se pondrá en ‘crisis terminal’ a las pymes debido al encarecimiento del financiamiento y la pérdida de competitividad frente a la importación”, expresó Daniel Rosato, presidente de la organización Industriales Pymes Argentinos (IPA), en un comunicado emitido el 12 de noviembre.
Ahora, tras la Conferencia de la UIA y el anuncio del TLC Mercosur-UE, Rosato destacó “la importancia del retorno del país a los mercados mundiales por el efecto positivo que generará un mayor flujo de intercambio con la UE” pero alertó que “de aplicarse en el corto plazo y sin filtros desde el inicio podría poner al país en una nueva situación de recesión industrial, que afectaría al empleo argentino”.
El problema no es el trabajo
“Hay temas más importantes de resolver que flexibilizar a los trabajadores”, dijo Abel Furlan, dirigente de la UOM del distrito Zárate-Campana, que expuso en una de las mesas junto con el secretario de Trabajo de la Nación, Horacio Pitrau.
“Con una tasa de interés como la de la Argentina -siguió Furlan- es difícil que las inversiones se hagan realidad”. A lo que agregó que «la presión tributaria en la producción nacional golpea fuerte a la competitividad, una apertura de las importaciones y subas de gas y electricidad hace menos competitiva a nuestra industria, es el combo perfecto para no dejar crecer al sector”.
“Antes de discutir la legislación que protege a los trabajadores es más importante atacar a los temas que son estructurales”, sintetizó.
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