La Organización Mundial de Comercio (OMC) confirmó mediante un comunicado que Turquía solicitó «consultas por una disputa con Estados Unidos respecto a aranceles adicionales a las importaciones sobre productos de acero y aluminio».
El presidente de EEUU, Donald Trump, los aumentó al 25% y al 20% respectivamente.
Turquía alega que la medida es incompatible con lo dispuesto por el Acuerdo sobre Salvaguardias de la OMC y del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994.
Ante los ataques de EEUU, el gobierno turco evalúa utilizar la monena nacional para el comercio exterior. «No solo con Rusia y China», aclaró el portavoz presidencial Ibrahim Kalin, quien además explicó que la decisión no es solo de su país. «En otros países se observa esta reacción ante los ataques de EEUU, muchos se oponen a la presión del dólar como medio de coacción política y económica, y vemos que la demanda de pagos en divisas nacionales crece».
En esos días, además, el presidete turco Recep Tayyip Erdogan y el emir de Qatar Hamad Al Thani, acordaron una inyección de 15.000 millones de dólares en inversiones directas en Turquía, principalmente en su sistema financiero y bancos.
El gobierno se niega a subir la tasa de interés y, por el contrario, el Ministerio de Industria presentó un plan de 16 puntos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas.
Reacciones
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China comunicó que que continuará respaldando los acuerdos de cooperación entre empresas de ambos países. Angela Merkel y Emmanuel Macron, titulares de Alemania y Francia tuvieron su encuentro con Endorgan. Donald Trump amenaza con profundiar las sanciones impuestas el 1° de agosto si Turquía no libera al pastor estadounidense Andrew Brunson. Moody’s y Standard & Poor’s, que son empresas de servicios financieros, rebajaron el rating de la deuda turca de largo plazo. El edificio de la embajada de EEUU en Ankara recibió el lunes una ráfaga de disparos. Turquía repudió de inmediato el incidente.
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