El martes 25 hubo huelga de trabajadores y movilización hacia la Plaza Roca. Entre quienes volvieron a reclamar contra el ajuste y la paralización del mercado interno, había productores de porcinos. ¿Por qué?
«Nos unimos a la marcha porque tenemos un destino común con los trabajadores. Nuestro sector emplea 38 mil puestos directos y 35 mil indirectos, más que las automotrices en 2017», dijo Agustín Spina, un productor que tiene su criadero en Las Higueras y que en 2017 tuvo que suspender su actividad.
-¿Qué está pasando en el sector?
-En casi tres años de este gobierno, el 25 por ciento de los 25 mil productores porcinos del país ya se fundieron o dejaron la actividad. Y se calcula que otro 20 por ciento hará lo mismo. Córdoba es el segundo productor de cerdos más grande del país. Somos 3.650 aproximadamente y la mitad está en el departamento Río Cuarto. Acá, el 10% ya dejó de producir.
-¿En ese porcetaje está usted también?
-Sí, tuve que cerrar porque me liquidó esta crisis que alcanza a casi todo el sector. El 90 por ciento de todos los productores de cerdos tienen criaderos con menos de 100 madres, con lo cual son considerados pequeños o medianos. Yo comencé en 2009 con una cerda preñada hasta llegar a 60 madres y empleaba a dos personas más.
-¿Por qué la actividad no funciona?
-El 80 por ciento de la alimentación del cerdo es maíz y su precio está dolarizado. Antes se compraba a un precio más barato en el mercado interno, pero cuando se quitaron las retenciones pasó a valer lo mismo que en el mercado internacional, en dólares. El exportador de granos se benefició pero al productor que agrega valor y convierte el grano en carne, le aumentó un 400 por ciento el costo de la alimentación.
«Nuestro sector emplea 38 mil puestos directos y 35 mil indirectos, más que las automotrices en 2017»
-Además se abrieron las importaciones
-En el 2015 importábamos un 3 por ciento de la carne de cerdo y hoy un 11. Supuestamente iba a entrar solo carne para embutidos pero hoy llega carne congelada a las góndolas a un precio muy económico, que al deprimido bolsillo del argentino le sirve. Desde el punto de vista comercial, el costo de producción de cerdo en Argentina, es similar al de Chile, Brasil, Dinamarca, EEUU, Canadá, Bélgica, Alemania, Italia, que es de donde importamos carne. El tema es que en todos esos países la producción está subsidiada hasta en un 70 por ciento, mientras que acá no tenemos ni un peso de subsidio. Además, utilizan una hormona de crecimiento que acá está prohibida, pero importamos carne con esa hormona.
-El ministerio de Agroindustria está negociando exportaciones a China.
-Sí, pero a cambio ese país pide exportarnos carne de cerdo también. Estamos contentos que el 20 por ciento de nuestra carne vacuna se exporte a China pero se exportan las medias reses congeladas, no despostadas y eso son 15 mil puestos de trabajo menos en los frigoríficos. Por otro lado, China tienen nueve pestes de cerdo y nosotros ninguna. Todo esto es un problema en un contexto de un SENASA disminuido.
-¿Qué se plantean hacer entonces?
-Hay que reunirse con confederaciones donde se pelea por los pequeños productores y por las PyMEs y con organizaciones de trabajadores. Voy a presentar en la Municipalidad un proyecto para reunir a los productores y comprar alimentos más baratos. En Las Higueras proyectamos hacer una sala de chacinados con la Municipalidad. Pasa que dependen de sus presupuestos y hoy no hay nada en el presupuesto nacional para ayudar a los pequeños productores.