25 víctimas y más de 60 heridos produjo el atentado perpetrado el sábado pasado en Irán por el grupo separatista sunita Al Ahvazieh que se atribuyó el atentado. Cuatro integrantes dispararon contra el desfile militar que se realizaba en la localidad de Ahvaz. «Este crimen es la continuación de los complots de los Estados de la región que son marionetas de EEUU, y su objetivo es crear inseguridad en nuestro país», dijo a la brevedad el líder iraní, Alí Jamenei. Irán, de mayoría chiíta, aseguró que el grupo es financiado por Arabia Saudíta y son seguidores del Estado Islámico. El lunes, el canciller iraní, Bahram Ghassemi, se preguntó: «¿cómo es que a estos atentados se les presta tanta atención cuando pasan en Europa pero no así cuando ocurren en otras partes?». El ministerio de Exteriores de Irán convocó a diplomáticos de Dinamarca, Holanda y el Reino Unido para presentarles una protes-ta, ya que estos países dan refugio al miembros del Al Ahvaziya. EEUU condenó el ataque aunque su embajadora ante la ONU, Nikki Haley, dijo que antes de acusar a su país el presidente iraní Hassan Rohani, debe abordar por qué su pueblo está protestando.
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