El aumento del dólar y la inflación, el endeudamiento y la caída de la actividad económica, constituyen una situación difícil para la sociedad argentina. ¿Qué pasará?, es la pregunta que muchos se hacen de cara a un presupuesto que fortalece el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de más ajuste.
El acuerdo con el FMI “permite llegar al 2019 y es una bomba que puede explotar en el período posterior”, expresa Jorge Hernández, economista y docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
-¿Cuál es ahora la situación económica del país?
– Las tasas de interés con las que se consiguió que el dólar no se siga disparando por encima de 40 hacen que la economía real tenga un problema que es extremadamente serio. No hay proyecto productivo que pueda subsistir con las tasas que hoy está pagando el sistema financiero. Ha habido picos de tasas de 73% anual. La situación es desalentadora para cualquier actividad productiva.
-¿Y es alentadora para alguien?
-El principal ganador es el sector financiero. Han tenido rentas muy importantes. Hasta se calcula que tendrían ganancias del 14% en dólares, cuando en un país normal te llevaría 7, 8 años y acá lo ganás en un mes. Los otros grandes ganadores son los exportadores. Ni siquiera me refiero al pequeño propietario rural de Río Cuarto. Podría ser un ganador coyuntural. Los que exportan ponen la divisa y la venden cuando quieren.
«El principal ganador es el sector financiero. Han tenido rentas muy importantes. Hasta se calcula que tendrían ganancias del 14% en dólares, cuando en un país normal te llevaría 7, 8 años y acá lo ganás en un mes. Los otros grandes ganadores son los exportadores».
-El gobierno plantea que el problema es el déficit fiscal: ¿Es así?
-El problema de la Argentina no es fiscal, es el sector externo, que ha sido histórico y que se ha resuelto vía de la recesión. Donde ahora aparece un elemento de la historia reciente, porque si uno va más a los orígenes de Rivadavia encuentra que hay cuestiones similares donde la gestión del dinero y del tipo de cambio estaba más vinculada a lo privado que a lo público. Aquí lo que ha habido es una absoluta privatización de la gestión de la moneda y de las divisas. Primero fueron eliminando restricciones a la compra. Se privatiza la demanda. Por otro lado se eliminaron las obligaciones de liquidaciones de divisas de los exportadores que son los que tienen la posibilidad de especular con las divisas.
-¿Por qué en estos días el dólar bajó?
-Porque están pagando 73% de tasas de interés.
-¿Y eso que genera?
-Por un lado descomprimen la demanda porque tenés mayor demanda de pesos. Y por otro lado alimentás un poco la oferta porque vienen capitales externos a rentabilizarse en estas tasas.
-¿Esto cambia la tendencia de suba del dólar?
-Hay toda una discusión entre los economistas sobre donde está el piso. ¿Va a bajar hasta 34 y va a tener que intervenir el Banco Central comprando o se va a mantener en los niveles que está? La cuestión de las bandas tiene algo central que es que las dos van a ir creciendo al 3% por mes, si eso es así las bandas dentro de un año serían 48,47 el piso y 62,63 el techo en un año. Esta dinámica le pone poca razonabilidad a pensar que en algún momento el Banco Central va a tener que comprar dólares. Todas estas acciones terminan en procesos de altísima inflación. Va a haber problemas para contener el tipo de cambio.
-¿Hay elementos comparables a crisis como la del 2001?
-El sector bancario no tiene el sistema convertible del 2001 y no genera hoy un problema. Ha habido una tendencia a desmonetizar el sistema bancario porque ha habido un proceso de pase de pesos a dólares en el propio sistema bancario y lo que se está observando en los últimos meses es que la gente está sacando los dólares del sistema bancario.
«La deuda se resuelve con una renegociación donde los acreedores regimen ganancia porque la ganaron antes como en el 2005, o un nuevo plan Brady donde pagamos con recursos naturales»
-¿Y qué puede pasar?
-Todas las definiciones presupuestarias llegan hasta donde las sociedades toleran. La deuda crecerá hasta que la propia sociedad lo impida. La sociedades son las que definen con acciones políticas que pueden ser electorales, o un cacerolazo que puede impedir un plan de gobierno. A la clase media todavía no le han tocado sus ahorros por lo que no se impulsa. Hay que pensar lo que ha pasado con los intereses de deuda que han duplicado su participación en el presupuesto. Si se duplica quiere decir que algo se ha resignado y eso es salud, educación e infraestructura. Esto no tiene otra restricción que la que le ponga la propia sociedad. Pareciera que para quiénes gobiernan los costos aún de largo plazo no son una preocupación. Porque se puede importar educación, tecnología, bienes.
-¿Se puede esperar otra política económica de este gobierno?
-Estos no tienen duda hacia donde van. El tema es como se sale de la deuda. Se resuelve con una renegociación donde los acreedores resignen ganancia porque la ganaron antes como en el 2005, o un nuevo plan Brady donde pagamos con recursos naturales, porque empresas ya casi no quedan. Pero pueden ser las jubilaciones o los recursos naturales. Pero todo esto depende en definitiva de las decisiones colectivas.