Los grandes actores del agro regional y nacional se dan cita en la ciudad para discutir acerca de la actividad, modelos de desarrollo de empresas, y orientación de las políticas públicas que alcanzan al sector. En menos de un mes, desde el foro “AgTech” organizado por la Agencia Córdoba Innovar+Emprender el pasado 25 de abril, pasando por el Congreso “Imagina” de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) del 15 y 16 de mayo próximos, hasta el “Congreso Nacional de Agrobiotecnología, Propiedad Intelectual y Políticas Públicas”, a desarrollarse en la UNRC el 30 y 31 de mayo, el sur de Córdoba se convertirá en uno de los nodos centrales de las discusiones y la visión de la producción agropecuaria nacional.
La importancia del Departamento Río Cuarto en la producción agrícola provincial y nacional es innegable: la Bolsa de Cereales de Córdoba reveló que a nivel regional nuestro Departamento dispondrá de un monto cercano a los 1.800 millones de dólares.
«La Bolsa de Cereales de Córdoba reveló que a nivel regional nuestro Departamento dispondrá de un monto cercano a los 1.800 millones de dólares.»
El agro prepara, con sus particulares –y diversos- escenarios e intereses, las estrategias para crecer: “Los granos hoy valen el doble en pesos que hace un año, con una cosecha un 30 o 40 por ciento más grande en una economía en contracción. En ciudades como Río Cuarto donde el campo es importante, se comenzarán a notar los efectos”, expresó David Miazzo (DM), Economista Jefe de FADA, la entidad organizadora del Congreso «Imagina» que se desarrollará la próxima semana en la Sociedad Rural Río Cuarto.
– ¿Cómo impactarán en la región las estimaciones de ingresos por la cosecha?
DM: Venimos de una sequía muy importante, se buscará recomponer el capital de trabajo ya que parte importante de la inversión para esta campaña se hizo con financiamiento. Recomponer hacia atrás y enfrentar la próxima campaña que viene mal en términos de precios: la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la peste africana porcina en China -que ha hecho que este país que produce el 44 por ciento del cerdo del mundo haya tenido que matar al 30 por ciento de su stock-, han empujado la demanda y los precios del alimento, hacia abajo.
Sin embargo, el productor reinvierte mucho en la propia actividad: ya sea incrementando el área en el caso de que alquile; los dueños, compran un poco más de tierra; los contratistas, compran máquinas nuevas. Y, también, «guardan algo de soja» o, si tienen ahorros, lo pasan a ladrillos. Con una historia económica tan volátil, todo el mundo intenta resguardarse en cosas que le den seguridad, más allá si son productivas o no. El productor es difícil que venda la soja para meterse en un bono, pero también le cuesta impulsar proyectos asociativos para el agregado de valor. Proyectos como criaderos de cerdos de gran escala para competir con países como Brasil que tienen bajo costo.
– ¿La tendencia es a conformar unidades de negocio más grandes?
DM: En general se busca mejorar la productividad por vía tecnológica y de escala y, en algunos casos específicos que se alejan de la generalidad, meterse en proyectos de «nicho».
En términos de tendencia histórica general del rubro, al tener un número de hectáreas dadas, el incremento de producción sólo puede hacerse a partir de más fertilización, mejores semillas, riego en algunos lugares, reducción de costos de labores con la incorporación de maquinaria, fumigaciones. Todo ello lleva a que tienda a crecer el componente de pulverización, semillas y de la aplicación de tecnología para aumentar la productividad del trabajo y su incidencia en el costo. Lo mismo pasa con la intensificación de la ganadería –paso del engorde «a pasto» al encierro y con alimento- que hace que las mismas unidades productivas, en menos tiempo, produzcan más.
– ¿Hay concentración en la tecnología ligada al agro?
DM: La biotecnología presente principalmente en la semilla, está concentrada: hay pocos jugadores y son multinacionales. Solo quienes trabajan a escala global y hacen cruzamientos a contraestación en ambos hemisferios logran quedar dentro del negocio. El sector “fertilizantes” está concentrado a nivel Argentina pero menos a nivel mundial. Uno de los principales jugadores acá es YPF porque la urea, que es uno de los principales fertilizantes que se utiliza, usa mucho gas en su producción.
– ¿Cómo participan los puertos exportadores en los beneficios de la actividad agrícola?
Miazzo: «Llama la atención que subir los granos al barco -solamente-, cueste lo mismo que fertilizar toda el área cultivable de maíz y soja de nuestro país.»
DM: El fobbing es el gasto de “subir al barco” los granos que están ya en el puerto y esa actividad también tiene cierta concentración. En Argentina tenemos 6 o 7 empresas solamente que tienen sus puertos en el área del Gran Rosario, que es una de las principales plantas exportadoras del mundo y es la mayor área de molienda de soja, crashing, del mundo. Esas empresas recuperan su inversión en infraestructura y terminan determinando el precio arriba del barco de nuestra mercancía. Llama la atención que subir los granos al barco -solamente-, cueste lo mismo que fertilizar toda el área cultivable de maíz y soja de nuestro país. Es una determinación privada que se soluciona favoreciendo la competencia.
¿Cuál es la postura de FADA con respecto a la ley de semillas?
DM: El consenso general es que hay que pagar para no quedar fuera del acceso a la tecnología de punta y poder estar presente en el tablero global de la producción. Sin embargo, la propuesta que hicimos -y llegamos a presentar en el Congreso- es que haya mecanismos de control de precios en este rubro. Al haber tan pocos actores que manejan la tecnología genética, no podemos entregarles toda la caja sin ninguna garantía. Hace falta un equilibrio ya que el poder de negociación de unos y de otros sería muy desigual.
– ¿China ha ingresado al mercado de la producción de semillas?
DM: Cada vez hay más presencia de empresas chinas. Cofco es una de ellas que ya es dueña de Syngenta, Nidera y uno de los principales exportadores (tiene puerto propio) y proveedores de tecnología a nivel país. En esto entra la geopolítica: tanto Estados Unidos como Europa no dejan a grandes capitales chinos tomen empresas como estas. A Monsanto la compró Bayer pero difícilmente la podría haber comprado Cofco. Tienen la propiedad intelectual de gran parte de la producción mundial de alimentos, es geoestratégico semejante control.
El Congreso Imagina
“Imagina, Sólo Juntos”, es el nombre y el slogan del III Congreso de la Fundación. Imagina 2019 se realizará el 16 y 17 de mayo en el predio de la Sociedad Rural Río Cuarto. La entrada al evento será libre y gratuita, -sumado a una contribución voluntaria de un alimento no perecedero- que se destinará a la copita “Los Ramoncitos”. Entre otros, estarán presentes Miguel Ángel Pichetto, Javier Pretto y Adriana Nazario. Más info en www.congresoimagina.com