Cuando desde las bases del movimiento obrero se le reclamaba a la Confederación General del Trabajo (CGT) profundizar un plan de lucha con paro general, los integrantes de la cúpula de la CGT se preguntaban por el día después. Aún en el triunvirato, Juan Carlos Schmid decía en mayo de 2017 a Radio Gráfica: “preservar la unidad en lo sindical y trasladar esa unidad al campo de la alternativa política, es el gran enigma del gremialismo argentino”.
En el mismo sentido, en el paro realizado el pasado 30 de abril, impulsado por sindicatos del Frente Sindical para un Modelo Nacional (Fresimona) pero no avalado por la CGT nacional, el secretario general de la CGT Río Cuarto, Ricardo Magallanes, dijo que el desafío del movimiento obrero era la “unidad política”. ( ver Mano a mano con Ricardo Magallanes: “Cuando hablamos de unidad es todo”).
Fue en la concentración que se realizó en plaza Roca de la ciudad de Río Cuarto.
Esa unidad política planteada por los dirigentes del movimiento obrero empezó su curso. Este martes, en la sede del Partido Justicialista (PJ) en Capital Federal, la ex presidenta Cristina Fernández participó en una reunión ampliada del Consejo Nacional y la Mesa de Acción Política. Hacía 15 años que no pisaba la sede de la calle Matheu 128 en el barrio de Once.
Allí la ex mandataria habló de la necesidad de «construir una coalición electoral y de gobierno lo más ancha posible con el Partido Justicialista como eje». Reiteró que estará «donde más la necesiten» y manifestó su preocupación por la deuda que el gobierno de Mauricio Macri contrajo con el FMI.
Cristina Fernández habló durante 50 minutos y se sacó la foto que circuló con la consigna de la «unidad». Allí estaba, por ejemplo, el presidente del PJ José Luis Gioja; la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone; la de Catamarca, Lucía Corpacci y el de Formosa, Gildo Insfrán. Pero también el dirigente de Camioneros, Hugo Moyano (quien llegó a impulsar 5 paros contra la ex mandataria durante 2011-2015); Ricardo Pignanelli, de Smata; Omar Plaini, de Canillitas y Hugo Yasky, diputado nacional y secretario general de la CTA de los Argentinos. También estuvo Fernando Navarro ( Movimiento Evita), Felipe Solá, diputado nacional quien estaba en el Frente Renovador (FR) y lanzó su pre-candidatura por Red Federal e incluso Alberto Fernández, jefe de Gabinete de 2003 a 2008, quien renunció tras el conflicto del gobierno con las patronales agropecuarias durante el debate de la 125.
Ya el jueves de la semana pasada, en la Feria del Libro que se realizó en el predio de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Cristina Fernández presentó el libro «Sinceramente» y nombró a Alberto Fernández como el impulsor de haberle hecho la propuesta de publicar el escrito. Allí dijo «en tiempos de mensajes de unidad o grandes acuerdos nadie puede estar en desacuerdo con los grandes enunciados, pero va a hacer falta un contrato social de ciudadanía responsable».
¿Quién falta?
Justamente Alberto Fernández, quién ahora se presenta en los programas de televisión como el vocero de Cristina Fernández, dijo que uno de los destinatarios del mensaje de la ex mandataria en el PJ es el diputado nacional y también ex jefe de Gabinete Sergio Massa. «Es el opositor que más votos tiene» y planteó que «todo el mundo quería verla a Cristina en el PJ después de las desavenencias del pasado y de que en la última elección el PJ fuera dividido».
Tanto Sergio Massa, como los integrantes de Alternativa Federal, aún no dieron respuestas al pedido de unidad que realizaron desde el PJ (ver Mano a mano con Darío Fuentes: “Córdoba será protagonista fundamental”).
Incluso el domingo pasado, en el discurso tras el rotundo triunfo en las elecciones provinciales, el gobernador Juan Schiaretti dijo: «los cordobeses queremos la moderación, no queremos la grieta que tanto daño hace a la Argentina» .
En relación al rol de los gobernadores, Alberto Fernández defendió que Cristina Fernández se haya encargado de «que ningún gobernador peronista tenga obstáculos para lograr su reelección. Bajó sus candidatos, los hizo acordar con los gobernadores. Esto no pasó en 2017, cuando Unidad Ciudadana se había presentado a la par de los gobernadores y les complicaba la vida. Eso es un dato de los que todos han tomado nota. Ha habido un trabajo silencioso que en el interior se pondera mucho”.
Y llegó el paro
La misma CGT que no avaló el paro del pasado 30 de abril, ahora convocó a la huelga general para el próximo 29 de mayo. Fue justamente este martes, mientras Cristina Fernández llamaba a la unidad en el PJ. Será el 5º que realiza la CGT contra las políticas de Mauricio Macri y el 6º que realiza el movimiento obrero.
Héctor Daer, uno de los triunviros que queda en la conducción de la CGT, negó que el paro se haya dado tras la reunión de la Confederación con el FMI. Daer sostuvo que la decisión del paro “se venía gestando desde hace tiempo entre todas las organizaciones confederadas. Hoy hubo consenso unánime respecto a la necesidad de ir a la protesta en solidaridad con los trabajadores en conflicto y ante la grave situación del mercado interno, la producción, el consumo y los despidos”.
Carlos Acuña, otro de los triunviros de CGT, se encargó de justificar que el paro no era por medidas de fuerzas que están realizando otras organizaciones sindicales. “Para nosotros está primero la Patria, en este momento no hay sector que no esté afectado. (La medida) no tiene nada que ver con la división en el movimiento obrero, ni con lo político, tiene que ver con lo que nos pasa a todos los argentinos”, sostuvo.
Y también Daer rechazó que la medida tuviera que ver con la presencia de Cristina Fernández en el PJ. “No se relacionó con la decisión de parar”, aunque “se impone de todas formas la unidad del PJ para triunfar y luego gobernar”.
El conflicto no cesa
La discusión en torno a la unidad coincide con la profundización del conflicto social. En el 4º trimestre de 2018 crecieron la desocupación y el trabajo en negro. El desempleo subió de 7,6% a 9,1% de la población activa urbana. En total hay 7,6 millones de puestos de trabajo no registrados o en la informalidad y 1.750.000 desempleados a nivel nacional, 350.000 más que en 2016.
ATE realizó un paro este miércoles, y junto a la CTA-A exigió la reapertura de paritarias y confirmaron que se sumarán al paro del 29 de mayo pero que lo harán por 36 horas desde las 12 horas del 28 de mayo.
Este martes, la Unión Obrera Metalúrgica Córdoba (UOM) se movilizó por las calles de Córdoba en reclamo por una recomposición salarial. A nivel nacional, con la conciliación obligatoria a punto de vencer, la UOM tiene definido activar un paro nacional para el próximo miércoles 22 en todas las fábricas del país en caso de no encausar la negociación salarial. La cartera laboral convocó a las partes a una nueva audiencia para el próximo lunes 20. Ese encuentro será decisivo ya que en caso de no haber acuerdo, habrá paros.
Ayer, los dos gremios docentes universitarios se movilizaron “contra el ajuste de Macri y el FMI” y en defensa de la universidad, la ciencia y la tecnología”. Fue en Plaza de Mayo junto a los gremios que componen la comunidad universitaria y científica.
Esta situación, de cara al paro del 29 de mayo moviliza el conflicto por abajo y queda por ver si se ordenará con la unidad opositora de cara a octubre. Daniel Yofra, de la Federación de Aceiteros, planteó en relación al paro «resolver lo antes posible» la continuidad del plan de lucha porque «los tiempos que tienen los dirigentes no son los mismos que los de los trabajadores. Los trabajadores necesitan trabajar hoy» ya que «cada vez hay más pobreza y desocupación».