Los trabajadores en esta pandemia, cuando a mediados de marzo el gobierno determinó que éramos una actividad esencial teníamos dos caminos para transitar: uno era no ir a trabajar, por el miedo de esta pandemia, a no saber lo que era todo esto, el miedo a contagiarnos dentro de la actividad laboral y enfrentarnos a la empresa y al gobierno que definió que somos esenciales. El otro camino era ir a trabajar y extremar las medidas de seguridad que nosotros ya veníamos implementando desde hace mucho tiempo con la implementación de las medidas del 2016 del comité mixto de seguridad e higiene industrial que nos ha dado buenos resultados y así minimizar el riesgo de contagio. Fuimos a los lugares de trabajo conjuntamente con los trabajadores e hicimos nuestro propio protocolo para sumarlo al de las empresas para que, como decía anteriormente, minimizar el riesgo de contagio. Nosotros en este período conseguimos un aumento salarial de un 30%. Muchos usan de excusa y otros no pueden discutir una mejora salarial, por una cuestión de que no están en actividad y no tienen fuerza para pelear. Nosotros lo hicimos tanto aceiteros como desmotadores, que es una actividad que trabaja muy poco en el año, trabajan de 4 a 6 meses, porque son trabajadores temporarios. Somos un gremio que nos conocen por lograr los aumentos salariales cuando los últimos gobiernos nos vienen poniendo un techo salarial nosotros hemos roto ese techo en varias oportunidades porque consideramos que el salario no lo fija el mercado si no la necesidad de cada trabajador. Nosotros hacemos el cálculo que proviene del INDEC en donde hace una encuesta de cuánto un trabajador necesita para cubrir las necesidades que establece la ley de contrato trabajo, el artículo 116 del 14 bis de la constitución nacional, esa es nuestra conciencia, esa es nuestra arma principal para ir a hacer una gestión y obviamente detrás de cada reclamo cuando no se arregla algún acuerdo hay una huelga, por lo menos nosotros utilizamos esa herramienta que nos da la constitución nacional y la ponemos en práctica cuando es necesaria. Anterior a la pandemia nosotros veníamos discutiendo temas salariales, temas de seguridad industrial, recuperamos terreno que se habían resignado años anteriores. Tenemos una organización casi ejemplar por lo democrática que es, por lo participativa que es. Desde la federación, hasta la comisión interna de cada fábrica, las decisiones se toman a través de plenarios de delegados, congresos sindicales y asambleas que se dan en las puertas de las fábricas, ese es el rumbo que los compañeros quieren darle a esta federación.
La situación de nuestra organización creo que nos agarró en nuestro mejor momento, las pandemias históricamente han demostrado o han desnudado las falencias que tenemos como organización en el mundo, no para aquellos que no están preparados para la pandemia si no para cualquier situación de crisis, una pandemia de estas características te mata, como organización, si tenés bajo salario se agrava aún más. Lo único que ha hecho esta pandemia es desnudar las falencias y profundizar la crisis de los trabajadores por la ineficiencia de sus dirigentes, producto de la inactividad, de la insensibilidad que tienen algunos dirigentes a la hora de discutir por los derechos de los trabajadores. Nosotros por suerte somos una organización que venimos trabajando desde hace mucho, obviamente que tenemos nuestros problemas, pero aún son más la de los trabajadores que antes eran pobres y ahora lo son más porque la organización que los representa no han logrado un aumento salarial.
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