E ste miércoles el Banco Central de la República Argentina (BCRA) transfirió a las cuentas del Fondo Monetario Internacional (FMI) 1.880 millones de dólares.
Con este pago, el gobierno argentino desembolsó la primer cuota de capital al organismo internacional, mientras quedan como deuda 43.200 millones de dólares.
El pago se hizo desde un fondo específico que corresponde a los Derechos Especiales de Giro (DEG) distribuidos por el propio organismo a los distintos países miembros a fines de agosto, cuando la Argentina recibió el equivalente a 4.334 millones de dólares.
Esto contradice lo que el pasado 14 de mayo el Senado de la Nación aprobó en un proyecto de declaración para que el Ministro de Economía, Martín Guzmán no le pague al FMI ni al Club de París con el DEG.
Para noviembre, restan pagar al FMI casi 400 millones de dólares en intereses y otra cuota de capital de 1.880 millones para el próximo 22 de diciembre, si es que el Gobierno nacional no refinancia la deuda con el organismo multilateral.
Entre capital e intereses, Argentina debería pagar 19.020 millones de dólares el próximo año, 19.270 en 2023 y 4.256 millones de dólares para el año 2024.
“DEUDICIDIO”
Un día antes de pagar la cuota, el presidente Alberto Fernández participó de manera virtual en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde denunció que “América Latina y el Caribe destinan un 57 por ciento de sus exportaciones al pago de servicios de la deuda externa” y expuso la necesidad de establecer “un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media”.
Fernández dijo que el país fue sometido a un “endeudamiento tóxico e irresponsable” con el FMI y para graficar la “magnitud de este deudicidio quiero mencionar una cifra. Los recursos aprobados por el Fondo Monetario Internacional a la Argentina en esta deuda insostenible fueron de 57 mil millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en el año de la pandemia a 85 países del mundo”.