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l G7 y la Comisión Europea (CE) convocaron este martes en Berlín a la Conferencia Internacional de Expertos para la Reconstrucción de Ucrania, con el objetivo de debatir cómo se puede garantizar y mantener la financiación para la recuperación económica y la modernización del país durante los próximos años y décadas.
No se trata de concentrarse sólo en construir lo que fue el país sino también “en lo que puede ser”: “una Ucrania más desarrollada, sostenible y resiliente” y “miembro de la Unión Europea (UE) con el correspondiente marco jurídico y la correspondiente infraestructura jurídica”, dijo el canciller alemán Olaf Scholz, en la apertura del evento.
Junto con Ursula Von der Leyen, también alemana y titular la Comisión Europea (CE), señalaron hacia donde ir: lograr un apoyo mensual de entre 3.000 y 5.000 millones de euros, cuya tercera parte será sufragada por el bloque europeo, y crear estructuras y mecanismos de financiamiento para la reconstrucción de Ucrania en el camino de su integración en la Unión Europea (UE).
“De lo que se trata -graficó Scholz- es de nada menos que la creación de un nuevo Plan Marshall para el siglo XXI”. Tal como lo hizo EEUU para financiar la reconstrucción de países europeos tras la Segunda Guerra Mundial.
Pero también, tal como lo definió hace dos años la propia UE, al crear un Fondo para la Reconstrucción de Europa de casi un billón de euros, basado en la emisión común de bonos europeos. La decisión apareció en el marco de la crisis y de las consecuencias de la pandemia del Covid-19, pero en verdad había comenzado a señalarse como necesidad y como oportunidad en 2017, tras la decisión de Gran Bretaña de salirse de la comunidad.
Toda una bisagra en su constitución como estado continental ya que por primera vez en su historia, la UE se endeuda en nombre del conjunto de países que la integran. “Europa es fuerte, Europa está unida”, concluyeron los jefes de estado en aquella cumbre de agosto de 2020.
Lo particular y lo general
Esta semana, Scholz hizo hincapié en que es un “punto de inflexión en la historia de Ucrania y es de gran importancia que Ucrania asuma responsabilidad y actúe activamente para su transformación”.
Von der Leyen, en que “Ucrania también está defendiendo el orden internacional basado en normas, el fundamento de nuestra coexistencia pacífica y prosperidad en todo el mundo. Por eso, cuando apoyamos a Ucrania, estamos construyendo nuestro futuro y el de nuestra Europa común”. Entonces, “cada euro, cada dólar, cada libra y cada yen que se gasta es una inversión en Ucrania, pero también una inversión en los valores democráticos en todo el mundo”, agregó.
Esta tarea “no puede esperar al final de la guerra”, señaló también. “Ucrania necesita aquí y ahora apoyo para pagar a los maestros, a los soldados, a los policías o las jubilaciones”, y también “la arquitectura adecuada, la estructura correcta para que el apoyo sea lo más amplio e inclusivo posible”.