L
a disputa por la riqueza a nivel mundial por parte de las distintas fracciones de capital no cesa. Es así que las políticas de gobierno son la de los grupos que tienen su proyecto de país.
Lo dejó en claro Paolo Rocca, CEO de Techint, en las últimas actividades junto al ministro de Economía. El realineamiento con fracciones empresarias radicadas en Estados Unidos, contra el desarrollo de otras asentadas en China y Europa, parece ser la tendencia.
Hay más de 600 empresas en la Cámara de Comercio norteamericana radicadas en el país. Y muchas (alimenticias, petroleras, agro exportadoras, energéticas) comparten directorio con algunos empresarios que emergieron al calor de las privatizaciones de los años noventa. Básicamente, la “expropiación” del patrimonio público como fue Techint con SOMISA, por caso.
Es claro que hay un proyecto de país y pymes. Pero no es más que el abastecimiento de sus cadenas de valor para dar el salto exportador y valorizar en medio de una guerra mundial.
En esa disputa, estamos como pueblo. Aún alegres por el triunfo futbolístico, pero sabiendo que detrás de esa bandera celeste y blanca, son varios y distintos los intereses que la flamean. Si no se rompen esas cadenas, como implora el himno, será difícil un país en el que entremos todos.