E
l reino de Arabia Saudita aprobó este miércoles su incorporación como miembro asociado -paso previo a ser miembro pleno- de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), una entidad euroasiática de carácter político, económico, de seguridad internacional y de defensa, creada en 2001. En la actualidad la integran China, Rusia, India, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán, países donde vive casi la mitad de la población mundial y representan alrededor del 30 % del PBI mundial.
Arabia ya había dado una muestra de su posición en la región cuando, el 10 de marzo pasado, acordó con Irán el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, respetar la soberanía de los Estados, no interferir en asuntos internos y reactivar un acuerdo de cooperación en materia de seguridad. La mediación para resolver las históricas diferencias fue promovida directamente por la diplomacia china. “Las relaciones entre Teherán y Riad conducirán al desarrollo de la estabilidad y seguridad regional e incrementarán la cooperación entre los países del golfo Pérsico y el mundo islámico para hacer frente a los retos existentes”, dijo Ali Shamjaní, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán tras firmar el acuerdo con su par saudí, Musaid Al Aiban, en Pekín. Irán, justamente, pero también Egipto, Catar y Turquía, son candidatos a sumarse a la OCS.
El exministro israelí Avigdor Lieberman reconoció que el acuerdo evidencia el fracaso de las políticas de Israel. Saudíes e iraníes, potencias chiita y sunita respectivamente, habían tomado hasta ahora posiciones enfrentadas en otros conflictos regionales como los de Siria, Líbano y Yemen.
En Panjin, China, empresas de ese país y la petrolera saudí Aramco acaban de iniciar la construcción de una planta petro-química que entrará en funcionamiento en 2025. La ciudad ha construido un canal de aguas profundas 100.000 toneladas, un muelle de petróleo crudo de 300.000 toneladas y una planta de tratamiento de aguas residuales de 60.000 toneladas por día.
La inversión total del proyecto es de 83.700 millones de yuanes (12.200 millones de dólares), de los cuales Aramco tiene un 30%, North Huajin Chemical Industries Group Corporation, el 51% y Panjin XinCheng Industrial Group, el 19%. Una vez en funcionamiento, podrá refinar 15 millones de toneladas de crudo por año.