La deuda mundial, pública y privada, de estados, empresas, sistema financiero y hogares, aumentó 10 billones de dólares entre enero y junio de 2023. Y más del 80% fue generada en las llamadas economías centrales o desarrolladas, con Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña y Francia a la cabeza. A pesar de que sus bancos centrales subieron la tasa de interés para frenar la inflación y restringieron el crédito, fueron los gobiernos quienes tomaron más préstamos para afrontar gastos e inversiones porque sus presupuestos son deficitarios. Pero el endeudamiento creció aún más dentro del propio sistema financiero.
El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), computó que al cierre de 2022 sumaba un total de 297 billones de dólares y representaba 334% del PBI global. Ahora, son 307 billones equivalentes al 336% del PBI.
La deuda total de las economías centrales pasó de 199 billones de dólares a 207 billones de junio 2022 a junio 2023. En las emergentes, de 97,8 billones a 100 billones en ese mismo lapso, con China, India y Brasil entre los primeros.
Si se tiene en cuenta que en la última década la masa de deuda global se incrementó en 100 billones de dólares, los 10 billones acumulados en seis meses muestran que el crecimiento se acelera.
El principal factor que lo motivó, dice el IIF, fue la inflación. Y contra ella, los bancos centrales endurecieron su política monetaria elevando los tipos de interés.
Ahora, con mayor nivel de endeudamiento y tasas también más altas, los gastos de los gobiernos en servicios de deuda, van a seguir aumentado. Y con ello, las tensiones internas en los países.