La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, le anticipó al presidente Alberto Fenandez que en la próxima reunión del directorio, en noviembre, va a impulsar la eliminación de la sobretasa que le cobra a los países con préstamos de gran magnitud. Fue en un encuentro mantenido en Nueva Delhi, India, mientras se desarrollaba la cumbre de mandatarios del G20.
Pasa que el FMI utiliza de referencia las tasas de la Reserva Federal de EEUU que en los últimos 18 meses fueron ajustadas vertiginosamente hasta 5,5% y encarecieron el crédito para todo el mundo. Así, pedirle prestado al FMI es más caro que hacerlo al BID, el Banco Mundial o a la CAF. Más incluso que los créditos de Qatar o el uso de otros mecanismos como el swap de monedas con China.
Es lo que hizo el gobierno argentino dos veces este año para ponerse al día con las cuotas adeudadas al FMI.
Entonces, la entidad que se define como “prestamista de última instancia”, no lo estaría siendo.
Sin sobrecargos, Argentina -uno de los 20 países que los paga- podría ahorrarse alrededor de 1.000 millones de dólares anuales.
En la reunión de marzo de este año, el directorio del FMI evitó tratar el tema y las sobre tasas quedaron en 200 puntos básicos para un crédito superior a 187,5% de la cuota del país y 300 si el SAF dura más de 51 meses.
Lo que sí hizo fue elevar el límite de los montos que puede prestar. Los ‘stand-by’ pasaron del 145% al 200% anual de la cuota del país miembro y los programas de Servicio Ampliado (SAF), de 435% a 600%.
El FMI comunicó entonces que la decisión estuvo enfocada en los mercados emergentes y los países en desarrollo que enfrentan «mayores presiones financieras y vulnerabilidades».