La importancia de este evento tiene varios significados para el llamado Sur Global. Pero también especialmente para el gobierno cubano por la realización de esta cumbre en su suelo y por demostrar al mundo que no está aislada, como muchos nos quieren hacer ver y es una importante ocasión para recuperar un cierto grado de protagonismo internacional.
En un país que tiene inconvenientes económicos producto de varias causas internas, principalmente del bloqueo económico, su voz siempre es importante en la escena internacional. El G77 + China con los 134 países es la plataforma estatal más amplia del Sur Global o la reedición de la propuesta de los no-alineados en la actualidad.
Este foro puede realmente, no sólo relanzar a Cuba en el plano internacional, sino ser un importante escenario para la discusión de temas como la crisis capitalista crónica, la dependencia económica- financiera y el tema de la deuda de los países. También está como temática que se aborde los problemas de las brechas tecnológicas, donde la innovación y la ciencia apunten para un desarrollo humano armónico y sustentable, para que de manera genuina sirva para afrontar la problemática de la seguridad y soberanía alimentaria o el cambio climático.
Otro tema sería un pronunciamiento en contra de la guerra imperialista y el armamentismo como unos de los temas más acuciantes de la actualidad por su peligrosidad latente.
En esta cumbre el actor trascendental por su prepotencia Mundial en el foro es China, donde tiene una inmejorable posibilidad de mostrar la capacidad y su activismo para el nuevo ordenamiento político y económico internacional.
Los discursos del presidente Xi Jinping al respecto, como así también de una serie de iniciativas globales, promueven el desarrollo y la seguridad para las civilizaciones.
Casualmente por ese motivo es que tiene éxito ese llamado, esa apelación de China ya que es un gran comprador e inversor financiero, en infraestructuras, en tecnología y comunicaciones. Porque más allá de que desde Occidente se hace alusión a la importancia de seguir lo que se llama el orden internacional basado en reglas, en rigor de verdad son reglas establecidas e impuestas por el capitalismo de Occidente, liderado por Estados Unidos después de la segunda Guerra Mundial.
Es por eso entonces que cumbres como esta del grupo de los 77 + China y su ampliación, puede dar la posibilidad de llegar no sólo a pronunciamientos importantes, sino también a iniciativas muy concretas. Porque tengamos en cuenta por ejemplo si analizamos desde el lado de China, en el marco de los BRICS y en el contexto de la nueva ruta de la seda, se creó el banco asiático de inversión en infraestructura.
La declaración final fue un texto de 47 puntos y 9 páginas, donde hace un llamado a las 134 naciones que forman parte del bloque para “actuar unidos” y reafirma “el compromiso de fortalecer la unidad y solidaridad en aras de lograr sus objetivos y de reforzar su papel en el contexto internacional actual”.
“Subrayamos la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial, con mayor énfasis en la cooperación entre los países, incluso mediante el aumento de la representación de los países en desarrollo en los órganos mundiales de toma de decisiones y formulación de políticas”, señala la declaración.
El G77 también expresó su rechazo a “todas las formas de medidas económicas coercitivas, incluidas las sanciones unilaterales contra los países en desarrollo” y reiteró “la urgente necesidad de eliminarlas inmediatamente”.
Más allá de los acuerdos que están planteados en la declaración final, los pueblos tenemos el desafío de bregar por la inclusión, igualdad social y desarrollo humano en el marco del crecimiento económico propuesto.