E
l 18 de junio de este año, el Gobierno del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aprobó el desarrollo de Gaza Marine, un yacimiento de gas descubierto en la década de los 90 dentro de las aguas territoriales de la Franja de Gaza y, por lo tanto, bajo la jurisdicción de la Autoridad Palestina.
“En el marco de los esfuerzos existentes entre el Estado de Israel, Egipto y la Autoridad Nacional Palestina (ANP)” para impulsar “el desarrollo económico palestino y el mantenimiento de la estabilidad de la seguridad en la región, se decidió desarrollar el campo de gas Gaza Marine frente a la costa de Gaza”, dijo Netanyahu en un comunicado difundido por su oficina.
Su explotación había quedado en suspenso desde que Hamás asumió el control de Gaza en 2007.
Sin embargo el actual gobierno israelí dio el visto bueno meses atrás a un proyecto conjunto de Egipto y la Autoridad Palestina en el yacimiento, acompañado de condiciones destinadas a supervisar y restringir el acceso del grupo islamista a los ingresos fiscales derivados de su explotación.
Chevron comunicó el lunes 9 de octubre, dos días después del ataque de Hamas, que había cerrado un yacimiento de gas natural frente a la costa de Israel por pedido de las autoridades locales.
El yacimiento es el de Tamar, situado a 24 metros de la costa meridional de Israel, que cubre el 70% de las necesidades energéticas de Israel para la generación de electricidad, según Chevron. La compañía sigue suministrando gas a sus clientes de Israel y la región desde la plataforma Leviatán, de mayor tamaño.
Una parada prolongada de Tamar podría provocar un descenso de las exportaciones de gas israelí a sus vecinos, Egipto y Jordania. El cierre de Tamar se produce justo cuando los países del hemisferio norte se acercan al invierno, cuando aumenta la demanda de gas natural para calentar los hogares.
Los analistas de Goldman Sachs creen que la parada de Tamar ha «contribuido» a la subida de los precios del gas en Europa. “En el futuro, si los acontecimientos en curso evolucionan hacia un endurecimiento más sostenido de los balances mundiales de GNL, esto reducirá la capacidad de los mercados europeos de gas para hacer frente a otros imprevistos, como puntos máximos de frío u otras interrupciones del suministro», escribieron en una nota. En ocho días, del 5 al 13 de octubre, el precio del gas en Europa ha pasado de 36,2 a 54 euros por MWh, una subida del 49%. Desde entonces, el precio ha tendido a estabilizarse ligeramente por encima de los 50 euros.
Según Wood Mackenzie, grupo global de investigación y consultoría que proporciona datos, análisis y asesoramiento de consultoría a las industrias de la energía, los productos químicos, las energías renovables, los metales y la minería, el impacto más inmediato de la parada de Tamar se siente en sus vecinos, Jordania y Egipto, que importan de la plataforma el 7% y el 4% de su suministro total de gas, respectivamente. Israel comenzó en 2019 a exportar gas natural a estos países.
En 2022, las compañías energéticas israelíes produjeron 21,29 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas natural, de los cuales 9,21 se exportaron a Egipto y Jordania.
En mayo pasado, el Ejecutivo de Netanyahu también aprobó un plan para la construcción de un nuevo gasoducto terrestre con El Cairo.
Hace dos meses, Israel se comprometió a redoblar la producción de Tamar e incrementar las exportaciones debido a la subida de la demanda en los países árabes y al plan egipcio de vender más GNL a Europa (UE) en el marco del memorando de entendimiento trilateral (UE-Egipto-Israel) firmado en plena crisis energética de 2022. El fondo estatal de emiratí Mubadala adquirió en 2021 el 21% del yacimiento Tamar, en lo que fue la mayor operación económica entre Emiratos Árabes Unidos e Israel después de la firma de los Acuerdos de Abraham y la normalización de las relaciones bilaterales.
En 2019 se creó el EastMed Gas Forum, una organización regional destinada a coordinar el desarrollo del gas natural con la participación de Chipre, Egipto, Grecia, Israel, Palestina y Jordania.
El año pasado Israel y el Líbano lograron un acuerdo para delimitar la frontera marítima entre ambos países y, con ello, repartir los derechos de la explotación de yacimientos. Un convenio que no solo puso fin a una disputa territorial que se había extendido durante décadas, sino que fue firmado por dos estados que, técnicamente, continúan en guerra el uno con el otro.
El investigador de la universidad de Ottawa, Michel Chossudovsky, sostiene que hay “inmensas reservas marinas de gas existen a lo largo de la Franja de Gaza”, las que fueron descubiertas en el año 2000. La Autoridad Palestina firmó un acuerdo, en 1999, con British Gas (BG Group), en el que les concedía los derechos de explotación de gas y petróleo por 25 años.
Para Chossudovsky desde un punto de vista jurídico “las reservas de gas pertenecen a Palestina pero la elección de Hamas en el gobierno desde 2007 y el retroceso de la influencia de la Autoridad Nacional Palestina han permitido a Israel establecer un control de facto sobre estas reservas”.
La empresa que opera en territorios ocupados
Ratio es un grupo israelí de exploración y explotación de combustibles fósiles, gas y petróleo. La corporación Ratio opera en diversos negocios. En el caso de la explotación de gas y petróleo trabaja en territorios ocupados -como el Sáhara Occidental y Palestina- y también en zonas reclamación territorial, como el caso de Venezuela y el Líbano.
La situación en Palestina
Todos los pozos gasíferos y petroleros marítimos que opera la empresa Ratio en el Mar Mediterráneo se encuentran en zonas palestinas ocupadas desde el año 1948.
El pozo operado por esta empresa llamado Leviatán (nombre bíblico) se encuentra en territorio reclamado por el Líbano.
En cuanto a los pozos palestinos, a pesar de que hay un campo de gas natural frente a la Franja de Gaza, Gaza Marine, no puede ser explotado debido al control militar que ejerce Israel.
En el Sáhara Occidental
En 2021 la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas del Reino de Marruecos firmó un acuerdo con Ratio Petroleum. El mismo establece una zona de exclusividad para la empresa frente a la costa de la ciudad de Dejla, en territorio saharaui ocupado.
Y en Latinoamérica también
La República Cooperativa de Guayana tuvo crecimiento económico en los últimos años en función de la exploración de petróleo. Parte de su extensión político-geográfica es reclamada como por la República Bolivariana de Venezuela, que llama este territorio Guayana Esequiba. Allí opera ExxonMobil junto con la norteamericana Hess Corp y la china CNOOC.
La empresa Ratio Petroleum es quien opera los pozos de petróleo sobre las plataformas marítimas del llamado Bloque Kaieteur. Este bloque se encuentra dentro del territorio reclamado por Venezuela.
La empresa Ratio se encuentra fuera de la legislación internacional al trabajar en territorios ocupados. A pesar de esto, aún se continúa expandiendo a nivel global sin sanciones de parte de gobiernos u organismos internacionales.
La competencia con la Ruta de la Seda
El pasado 9 de septiembre, los líderes de la India, Estados Unidos, la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) acordaron el lanzamiento del Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC, por sus siglas en inglés). Se trata de un proyecto multimodal de conectividad para vincular el subcontinente indio con Europa a través del Golfo. Una ruta que no solo contempla dimensiones físicas, como redes ferroviarias y marítimas, sino también digitales y financieras.
El primer objetivo del proyecto es la construcción de una línea de ferrocarril que conecte Emiratos Árabes Unidos con la ciudad portuaria israelí de Haifa, con un recorrido de más de 2.500 kilómetros a través de cuatro países (EAU, Arabia Saudí, Jordania e Israel), a pesar de que el segundo sigue sin reconocer al cuarto como Estado soberano. A largo plazo, la ambición la meta es “facilitar el desarrollo y la exportación de energía limpia; tender cables submarinos y conectar redes y líneas de telecomunicaciones para ampliar el acceso a la electricidad; permitir la innovación de tecnologías avanzadas y conectar comunidades a internet de forma segura y estable”, señaló el comunicado de la Casa Blanca.
El objetivo final parece ser no es sólo excluir a los palestinos de su patria sino también “confiscar” las reservas de gas natural en alta mar de Gaza.