E
sta tarde se realizará la segunda marcha “por el derecho a la salud mental” en la ciudad.
Convocada por un colectivo organizador, compuesto por usuarios del servicio de salud mental del Hospital y en general, organizaciones sociales, trabajadores, familiares, tiene como objetivo la plena implementación de la Ley Nacional de Salud Mental (26.657, sancionada en 2010) y el Régimen de Protección de la Salud Mental de la Provincia de Córdoba (Ley 9.848, también del 2010).
A través una serie de encuentros y del armado de comisiones de trabajo, más de setenta personas coordinaron esfuerzos durante el mes de octubre para volver a la calle con la consigna “la Salud Mental no se negocia”.
Trece años después…
Natalia Torres, psicóloga e integrante del colectivo organizador comentó que “la Ley Nacional 26.657 y la Ley Provincial tienen más de 13 años de vigencia y existen muchas faltas en relación a la implementación y la aplicación de lo que estas leyes implican”. Estas normativas “tienen como base fundamental la desmanicomialización y la apertura a lo comunitario y la interdisciplina transversal, para asegurar que estos abordajes vayan en pos de la promoción de los derechos”, describió y enfatizó que “el paradigma está claro y es un paradigma de cambio y decolonial, que va en contra de prácticas y discursos más hegemónicos que instauran políticas más unificadoras y estigmatizantes”.
“Tenemos una ley hermosa que nos avala en lo que es materia de derechos humanos y desde un paradigma de la complejidad que ve al sujeto más allá de la enfermedad, sino a partir de la salud, que ese es el paradigma comunitario: apostar a la potencialidad, a lo que es APS (atención primaria de la salud), a lo que es prevención y no a esperar a que los sujetos lleguemos a un estado de urgencia o a un estado de «enfermedad», que sería algo más patológico”, repasó Torres.
Un año de debate y construcción
En noviembre del año pasado se realizó la primera movilización por el derecho a la salud mental en nuestra ciudad. “A partir de la primera marcha se empezó a dar a conocer que hay una ley que nos avala y ese es el encuadre que queremos defender”, planteó la profesional. “Venimos de un año bastante movilizante en materia de salud mental y de salud en general”, dijo también y mencionó que “se han ido generando otras prácticas y otros espacios, desde otras organizaciones y colectivos, en donde se ha contagiado la necesidad de lo colectivo, de visibilizar la importancia de la salud y en este caso la salud mental y la importancia de demandar que estas leyes se cumplan”.
De aquella manifestación hasta ahora, “hubo avances en lo micro, en el armado de las redes, de lo mancomunado, de lo colectivo y de la movilización que se genera en espacios de problematización, espacios de pensamiento en relación a lo que nos está pasando y de implicancia subjetiva respecto a nuestra propia salud”, concluyó.