La central sindical israelí Histadrut inició el lunes 2 una huelga general para aumentar la presión sobre el gobierno. “Estamos recibiendo bolsas con cadáveres en lugar de un acuerdo. He llegado a la conclusión –dijo el secretario general Arnon bar David– que solamente nuestra intervención puede sacudir a quienes necesitan ser sacudidos”.
El sábado previo aparecieron en Gaza 6 rehenes ya sin vida y catalizaron estas protestas. Son alrededor de 100 los detenidos por Hamas hace 11 meses y que aún se consideran vivos.
También hubo cortes de la carretera central y disturbios, la policía se llevó a unos 30 detenidos. En otras localidades del país también hubo manifestaciones.
Desde entonces, el ejército israelí produjo 40.786 muertes y 94.224 heridos del lado palestino (niños y mujeres en su mayoría). “En las últimas 24 horas, 48 mártires y 70 heridos”, informó el gobierno de la Franja de Gaza. Según la agencia palestina Wafa, los bombardeos contra edificios residenciales en el barrio de Sabra, en ciudad de Gaza, fueron constantes. También sigue el bombardeo de aviones en el campamento de Bureij. Las negociaciones entre Israel y Hamás en Egipto, siguen así estancadas.
El gobierno local y la Organización de Naciones Unidas (ONU), que envió más de 1,2 millones de dosis orales, iniciaron el sábado la campaña de vacunación contra la poliomielitis, debido a la aparición del primer caso de la enfermedad en 25 años. En julio, Israel vacunó a sus soldados.
Negociaciones sin resultados
Las reuniones entre representantes de los tres países mediadores –Egipto, Catar y Estados Unidos– no consiguen resultados. En mayo el presidente Biden había propuesto un plan para restablecer la paz que implicaba tres pasos en vistas a lograr el cese del fuego, la desocupación militar del territorio y la entrega de rehenes.
En julio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expuso ante el Congreso norteamericano la importancia de sostener el apoyo militar –“nuestros enemigos son sus enemigos”–. Cinco manifestantes fueron detenidos por la policía del Capitolio al intentar interrumpir su discurso y otros doscientos detenidos a las afueras, durante una manifestación en apoyo a Palestina.
Días después, las fuerzas israelís se adjudicaron el asesinato del jefe militar del movimiento Hamas, Mohammed Deif, como blanco de un bombardeo.
Mientras para el secretario de Estado (EE.UU.), Antony Blinken, las mediaciones han sido “serias y constructivas”, Hamás comunicó a mediados de agosto que “hay un gran paso atrás” en esta rueda de mediaciones indirectas y denunciaron modificaciones del plan inicial propuesto por Estados Unidos, que favorecen la ocupación militar de Israel.
El presidente de Egipto, Adbel Fattah al Sisi, sostuvo que una escalada tendría “consecuencias catastróficas” y remarcó la importancia de un reconocimiento más amplio del Estado palestino y de la solución de los dos Estados para garantizar “la estabilidad en la región”. Postura apoyada por decenas de mandatarios en todo el mundo.
Desde octubre hasta hoy las cifras difundidas por el Ministerio de Salud de Gaza son aberrantes: 40.265 muertos y más de 90 mil personas heridas.