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a portavoz de la Cruz Roja confirma el temor. “Miles de personas están abandonando sus casas -dijo Osama al Kahlot este lunes, refiriéndose a la zona de Rafah- sobre todo después del recrudecimiento de los bombardeos”. Y también, tras la orden del primer ministro Benjamin Netanyahu de evacuar esa zona en el extremo sur de la Franja de Gaza.
Fue la preparación del clima para iniciar la incursión militar terrestre basada en el supuesto de que allí se encuentran cuatro batallones del movimiento islamista Hamás.
Un día antes habían finalizado sin cambios las negociaciones de paz entre las partes, realizadas en El Cairo, Egipto. Netanyahu ratificó la continuidad de sus objetivos militares señalando que “Hamás ha permanecido atrincherado en sus posiciones extremas, en particular la demanda de retirar a todas nuestras fuerzas de la Franja”.
“La prioridad del movimiento es detener la agresión contra nuestro pueblo”, señalo Ismail Haniyeh, del buró político de Hamás, mediante un comunicado. Si no, “¿para qué sirve un acuerdo si un alto el fuego no es su primera consecuencia?”, se preguntó.
“Hace varias semanas que el presidente y su equipo han dejado claro que no apoyamos una operación terrestre importante en Rafah, donde más de un millón de personas se están refugiando sin ningún lugar seguro donde ir,” ratificó ante la prensa el vocero de la Casa Blanca, John Kirby.
Como advertencia, el gobierno norteamericano dejó en suspenso la entrega de armamentos, municiones y equipos que hace 15 días había logrado aprobar en ambas cámaras del Congreso con el consenso de demócratas y republicanos.
El ministro isrelí Ben Gvir no tuvo mejor idea que twittear “Hamas ❤️ Biden”. Su jefe, Benjamin Netanyahu, también respondió: “Si tenemos que luchar solos, lucharemos solos”.
Hamas ❤️Biden
— איתמר בן גביר (@itamarbengvir) May 9, 2024
Kirby expuso la evaluación de EEUU: “cualquier tipo de operación terrestre importante en Rafah fortalece la posición de Hamas en la mesa de negociaciones, no la de Israel”.
Gran Bretaña, promotora desde hace un siglo –Declaración Balfour de 1917– de la formación del Estado de Israel en Palestina, estableció ahora sanciones contra grupos extremistas israelíes –como el del grupo Hilltop Youth- que cometieron actos de violencia en Cisjordania y “abusos contra los derechos humanos” de la comunidad palestina. “Los colonos extremistas están socavando la seguridad y la estabilidad y amenazan las perspectivas de la paz», dijo hace una semana el canciller inglés David Cameron al anunciar las medidas.
Turquía acaba de suspender todo tipo de operaciones de comercio exterior, una medida de presión ya que Israel no responde “ante los esfuerzos internacionales a favor de un alto el fuego, continua las masacres y el drama humano”.
Más de 34.000 palestinos, entre adultos y niños, murieron hasta ahora bajo fuego sionista, pero en su tierra: Gaza. El 7 de octubre, una operación militar de Hamas se cargó 1.200 víctimas en Israel y más de 240 rehenes.
“El Estado asesino de Israel, continua con su táctica metódica de genocidio y la expulsión total de los palestinos de su tierra”, denunció también la Federación Sindical Internacional (FSM) que se solidarizó también con los estudiantes de EEUU, Europa y otros países que han inundado las universidades exigiendo el fin de la masacre.
La organización de trabajadores pide más que anuncios de apoyo. “El sufrido pueblo palestino está harto. Las convenciones y resoluciones internacionales deben aplicarse de una vez por todas. La comunidad internacional debe exigir activamente que Israel ponga fin a la masacre que está cometiendo”, apela en su comunicado.
Aun así, Netanyahu amenaza. “Hace 76 años, en la Guerra de Independencia -así la llama el primer ministro israelí-, éramos pocos contra muchos. Había un embargo de armas contra Israel, pero con grandeza de alma, coraje y unidad dentro de nosotros, vencimos”, dijo en un mensaje difundido por redes. ”Hoy somos mucho más fuertes. Estamos decididos y unidos para derrotar a nuestro enemigo”.
Se refiere a la inmediata respuesta militar del 15 de mayo de 1948 dada por los ejércitos de Transjordania, Egipto, Siria, Líbano e Irak, en oposición a la resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) -del día anterior- de crear allí el Estado de Israel. Allí mismo donde desde 1920 y hasta entonces gobernaba soberanamente el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda en lo que se llamó el Mandato de Palestina.
Este domingo, además, el ministro israelí de Comunicaciones, Shlomo Karhi, anunció oficialmente la orden de confiscar equipos, cerrar los canales árabe e inglés y restringir la difusión a los sitios web de la cadena de noticias Al Jazeera, de Qatar.
Es “un esfuerzo por ocultar sus acciones en la Franja de Gaza, contraviene el derecho internacional y humanitario”, denunció la emisora cuya oficina en territorio palestino -que funcionaba en el mismo edificio que la agencia estadounidense AP- había sido bombardeada en mayo de 2021. Dos periodistas murieron.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU recordó “la libertad de expresión es un derecho humano fundamental”, que los medios de comunicación libres e independientes son esenciales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas”. La propia Asociación de Prensa Extranjera (FPA) de Israel señaló que con ese accionar se une a un “dudoso club de gobiernos autoritarios”. Y la Asociación para los Derechos Civiles (ACRI) pidió hoy al Tribunal Supremo que detenga la ejecución de la orden, que calificó como “una erosión peligrosa de la libertad de prensa”.
“Es hora de retirar al vocero de Hamas de nuestro país”, agitó Netanyahu. El pasado 1º de abril se lo había encomendado el Congreso al aprobar una ley que prohíbe “las emisoras extranjeras que dañan la seguridad del Estado”. El mismo Congreso que en noviembre de 2022 volvió a darle el timón del gobierno. Lo tuvo de 1996 a 1999 y desde 2009 a 2021.