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abricaciones Militares sufrió en estos días el vaciamiento por parte del Gobierno Nacional. El Ejecutivo pretende que estas industrias, que antes producían y eran emblema de la defensa nacional, sean ahora sociedades anónimas para que empresas privadas ingresen en sus directorios.
El gobierno nacional también anunció la concesión y privatización de la Hidrovía por treinta años. También hizo lo mismo con las generadoras energéticas.
Lo que no entró en el esquema privatizador de la Ley Bases, se realiza por DNU. Como sea, todo se orienta hacia un mismo eje en común: deterioro salarial, despidos, desfinanciamiento y desmantelamiento.
Todo tiene que ser, para este gobierno, una mercancía para vender en el mercado. Incluso la educación universitaria pública tiene el mismo destino, como la investigación científica y el desarrollo tecnológico.
Detrás de estas decisiones no hay sólo una mala intencionalidad de algunos funcionarios y dirigentes. Está el plan concreto de fracciones globales que, en el marco de una guerra en ascenso, pretende avanzar todo lo que puedan en este territorio socio productivo.
Si esa es la situación en la que estamos inmersos, no puede ser menos la iniciativa del pueblo trabajador para construir lo necesario para revertirla.