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La Junta militar a cargo del gobierno en Mali sigue avanzando con la nacionalización de sus minas de oro. Producido el golpe de estado en 2021, el principal punto fue modificar las leyes mineras. En 2023 decidieron aumentar la participación del estado en proyectos mineros –del 10%/20% al 35%– y abolir las exenciones fiscales emitidas anteriormente.
Ahora la Junta se encuentra en un conflicto con la empresa Barrick Gold (Canadá) por las minas que la compañía explotaba en los yacimientos de Louolo y Gounkoto, los más importantes. Desde Barrick Gold denuncian que a la prohibición de exportar oro, ahora han recibido un embargo provisional. Mark Bristow, CEO de la Barrick, sostuvo que esta situación también afecta a los más de 8.000 trabajadores y proveedores de servicio local.
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La producción de estas dos minas, en 2022, llegó a casi 20 toneladas, representando un tercio de la producción total del país (66 toneladas, aproximadamente). En declaraciones a “Reuters”, un funcionario del departamento de estadísticas de minería, Mamadou Sidibé, aseguró que en 2023 la producción operada por grandes empresas había llegado a casi 44 toneladas, entre las que figuran además de Barrick Gold, B2Gold (Canadá), Resolute Mining (Australia), Allied Gold (Canadá) y Endeavour Mining (Inglaterra).
Otros minerales que posee Mali son: dos millones de toneladas de mineral de hierro, cinco mil toneladas de uranio, 20 millones de toneladas de manganeso, cuatro millones de toneladas de litio y diez millones de toneladas de piedra caliza.
Limitándose al oro, Mali es el tercer productor del continente, representando el sector minero más del 9% de su PBI.
La guerra en Ucrania y el Grupo Wagner
Además de las empresas, también hay que tener en cuenta la presencia de tropas militares rusas vinculadas al ex Grupo Wagner, hoy llamado Cuerpo Africano de Rusia. Meses antes del golpe de 2021, ya había tropas rusas combatiendo contra grupos islámicos. El portal “África Defense Forum” señala que desde que asumió el nuevo gobierno militar, tres minas quedaron bajo el grupo mercenario ruso, todas al sur de la capital: Balandougou, Koyoko y en Yanfolila.
En el sitio “Blood Gold Report” se encuentra publicado un extenso informe de denuncia toda la actividad militar rusa vinculada a las minas de oro en el continente africano. Entre otras cosas, plantea que Rusia y el Grupo Wagner han ganado alrededor de 2.500 millones de dólares como pago por su presencia en el continente para repeler a los grupos extremistas. En el caso particular de Mali, el documento sostiene que mensualmente el Grupo recibe 10 millones de dólares por sus servicios.