
El pasado 15 de julio el gobierno nacional lanzó una licitación de emergencia para absorber 4,7 billones de pesos para que no presionen, aún más, la suba del dólar. Es que el 10 había sido el último día de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) en manos de los bancos y un volumen de 10 billones de pesos que ahí estaban inmovilizados, empezaron a circular en el mercado.
Entonces, la secretaría de Finanzas convalidó altas tasas de interés que van del 40,91% al 47,81% nominal anual (2,90% a 3,31% mensual) por colocaciones que se vencen en el plazo de una quincena a tres meses.
En el mes de julio, el dólar oficial aumentó de $1.237 hasta superar los $1.300 la semana pasada. Y el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió esta semana que el país no tiene las reservas suficientes y aconsejó otro tipo de cambio.
Como viene sucediendo en cinco meses de 2025 (enero, abril, mayo, junio y julio), el aumento del tipo de cambio es mayor que la inflación. En julio el dólar aumentó 6,4%, mientras que la inflación proyectada es de 1,8%.
En la red social X, el ministro de Economía, Luis Caputo tuvo que aclarar: “Las LEFI se suponía que los bancos las iban a canjear por lecaps. Pero los bancos, temerosos de perder la liquidez diaria, no fueron con todo y prefirieron hacer numerales”.
Sin problema. Las lefi se suponía que los bancos las iban a canjear por lecaps. Pero los bancos, temerosos de perder la liquidez diaria, no fueron con todo y prefirieron hacer numerales. Al sobre encajar todos al mismo tiempo, estaba claro que eso iba a derivar en una baja de la… https://t.co/Vo6LfPPqWZ
— totocaputo (@LuisCaputoAR) July 16, 2025
Es que si bien el Gobierno absorbió pesos, la bola de nieve es más grande. “La semana que viene vencen 12 billones de pesos de deuda del Tesoro y otros 30 billones de pesos en agosto”, indicó Lorena Giorgio, economista de la consultora Equilibria.
Ahí está uno de los cuellos de botella del gobierno: que los pesos no presionen la suba del dólar, para que no vaya a precios y convertir superávit en reservas para cumplir las pautas con el FMI.
Ayer el organismo dio luz verde para un nuevo desembolso y Luis Caputo lo celebró porque permitirá acceder a los mercados internacionales.
Más emisión
Desde el 11 de diciembre de 2023 (cuando empezó el mandato Javier Milei) al 15 de julio de 2025, la base monetaria aumentó 293%. Pasó de 9,7 billones a 38,2 billones de pesos.
Y la semana pasada la base monetaria saltó de 33 a 43 billones de pesos en un solo día, “una de las mayores expansiones desde la salida de la convertibilidad sin imprimir un solo billete”, indicó Nau Bernués, asesor financiero.
Pero más allá de si se imprimen o no los billetes, la emisión existe y es algo que el gobierno de Javier Milei venía a desterrar.
“Hoy existe el 5,6% más de cuasi pesos (digitales) que hace 30 días, el 64% más que hace un año (M3) y la Base Monetaria creció el 97%”, indicó en X Ricardo Inti Alpert, consultor de Tecnopolítica, en base a los informes diarios del BCRA del último mes.
Lo que dice Inti Alpert es que “cada día, semana y mes hay más pesos, sin clima de inversión, y las tasas que subsidia el Estado inviabilizan cualquier tipo de inversión privada”.
“Obviamente si no se detiene la creación de pesos y cuasi pesos, la tensión devaluatoria no frenará por gastar cada día más del presupuesto público en LECAP”, concluyó el consultor en su mensaje en la red social X esta semana.
Si bien subir la tasa frena la presión sobre el dólar tiene otros efectos colaterales: “frena el crédito, enfría la actividad y tensiona la política”, indicó Bernúes.
Sus pujas
Pero detrás de las políticas económicas hay actores de carne y hueso dentro del sector financiero que pelean por imponer las condiciones en ese (su) mercado, empujados por la situación internacional de guerra que no cesa.
En marzo de 2025, los diez primeros bancos privados del país poseían más del 40% de las tenencias de títulos públicos del Tesoro del sistema financiero legal; señaló recientemente el economista Horacio Rovelli en una nota en El Cohete a la Luna.
Esto viene desde 1977 con la Ley de Entidades Financieras, cuando las entidades financieras (cajas de créditos y sociedades cooperativas) fueron absorbidas en bancos comerciales y se concentró la actividad, explicó Rovelli.
A través de los títulos públicos como las LEFI,s los bancos le “prestan al Estado a la tasa que quieren (y sin correr ningún riesgo: el Estado siempre paga)”, mencionó Rovelli.
Antes que estas letras se usaron otros instrumentos para inmovilizar liquidez de pesos: LEBACS en 2002 y Leliq en 2018, creadas por el entonces presidente del BCRA, Federico Sturzenegger.
Para descomprimir esa tensión, el presidente Javier Milei se reunió el pasado 16 de julio con el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Javier Bolzico.
Hace seis días, Santiago Bausilli, titular del BCRA señaló que “cuando el Estado remunera todos los saldos todas las noches, es un costo del Estado. En el extremo, es hasta un subsidio”.
No es la primera vez que el sistema bancario se enfrenta a Javier Milei. En octubre de 2023, previo a las elecciones y ante una corrida cambiaria, fueron las propias entidades financieras las que criticaron declaraciones del ahora mandatario.
Es que en ese mercado financiero, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) imponen condiciones y pelean contra las entidades más antiguas del comercio de dinero.
“Las LEFIs quién las pagaba?”, se preguntó el economista asesor de Javier Milei, Salvador Di Stefano en un programa de TN. “Todos los argentinos, le dábamos un subsidio”, respondió.
“Acá hay dos bancos que se compraron otros dos bancos que no son muy eficientes que digamos. Macro y Galicia”, señaló.