Es la segunda acción coordinada de este movimiento en lo que va de la presidencia de Donald Trump. Las medidas fueron convocadas desde la página oficial NoKings. “Estados Unidos no tiene reyes, y el poder pertenece al pueblo. Ahora, nuestra tarea es permanecer alerta, permanecer unidos y seguir luchando”, plantean y aseguran que hubo un total de siete millones de personas protestando en cada uno de los cincuenta Estados norteamericanos. El movimiento también tuvo réplicas en las principales capitales europeas, como Roma, Londres y Berlín. La medida anterior se realizó el 14 de junio.
En la ciudad de Chicago, el alcalde demócrata Brandon Johnson, denunció el estado de “ocupación” por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). También realizó un llamado a “desafiar a los ultrarricos y las corporaciones”. “Llamo a las personas negras, a las personas blancas, a las personas marrones, a las personas asiáticas, a los inmigrantes, a la comunidad LGBT a mandar un mensaje claro contra la tiranía: vamos a hacer que paguen la parte que les corresponde de sus impuestos”, agitó en su discurso, Brandon Johnson.

El senador demócrata Bernie Sanders fue orador en otra de las movilizaciones: “No avanzaremos hacia el autoritarismo en Estados Unidos. Nosotros, el pueblo, gobernaremos”. “Se trata de un pequeño grupo de las personas más ricas del planeta que, movidas por su insaciable codicia, han secuestrado nuestra economía y nuestro sistema político para enriquecerse a costas de las familias trabajadoras de todo el país”, denunció Sanders.
Mientras tanto, el Congreso va por su día 24 de cierre (Shutdown) por falta de acuerdo entre los representantes para aprobar las partidas presupuestarias. Esto implica que cientos de miles de trabajadores estatales estén sin cobrar ningún tipo de salario. Este cierre ya significa el segundo más largo en lo que va del siglo. El anterior también había sido durante el mandato del republicano Trump.
