En el Día de la Independencia Argentina, mientras en Neuquén más de 70 organizaciones marcharon contra la instalación de una base impulsada por el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos (EEUU), ex combatientes de Malvinas se sumaron a la movilización contra el Ajuste realizado en el Obelisco de la Capital Federal y rechazaron el acuerdo entre Argentina y el Reino Unido (RU) porque es una «entrega de soberanía y recursos naturales en Malvinas, Antártida y el Atlántico Sur».
El antecedente es del 13 de septiembre de 2016 cuando Carlos Foradori (ex vicecanciller argentino) y el ministro para las Américas de la Commonwealth británica Alan Duncan sellaron el acuerdo. Aún era canciller de Argentina Susana Malcorra, cuando entre el Gobierno Nacional y el RU e Irlanda del Norte firmaron lo que denominaron «hoja de ruta».
Allí expresaron textualmente tomar «las medidas apropiadas para eliminar todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sostenible de las Islas Malvinas, incluyendo en el comercio, la pesca, el transporte y los hidrocarburos».
Este es el documento al que apunta el Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, quienes lanzaron una campaña para visibilizar la problemática. Si de casualidades se trata, el comunicado de cancillería no se encuentra -hasta el cierre de esta edición- en la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. (ver «Comunicado Conjunto»).
Lo que está en riesgo -indican desde el CECIM- es la soberanía del Atlántico Sur. Y plantean, con el mismo criterio que las bases militares en Neuquén, que el gobierno de Macri elude el Congreso Nacional para realizar estos tratados, tal como lo establece la Constitución Nacional en su artículo 75.
En disputa
«Lo que no se visibiliza bien es que este conflicto, en cuanto a la cantidad de kilómetros en disputa, es el más grande del mundo. Es la proyección a la Antártida lo que está en juego», dijo Ernesto Alonso, secretario de Derechos Humanos del CECIM.
En el comunicado de prensa (ver «Comunicado CECIM»), los ex combatientes hacen hincapié en varios aspectos del problema. Por un lado, el acuerdo para incrementar la cooperación científica y tecnológica entre ambos países. También, los acuerdos vinculados a la explotación de pesca, ya que en las Islas se recaudan 30 millones de dólares al año por venta de licencias de pesca que representa un 40 por ciento de su PBI. Sumado a eso, se comprometen a realizar patrullaje en conjunto de las fuerzas para la «protección de la pesca ilegal». Además, están los acuerdos vinculados a aumentar los vuelos para las Islas y el avance en la explotación de los recursos hidrocarburíferos.
«La cancilleria argentina junto con la británica han salido por América Latina a ofrecer nueva frecuencia de vuelos. Para mejorar las comunicaciones hasta ahora tienen una sola frecuencia vía Lan Chile», comentó Alonso quien critica la decisión, porque “mejora la logística para que técnicos e ingenieros vayan y sigan avanzando en la explotación de recursos”. “Les estamos mejorando las condiciones para la usurpación. En ningún momento se habló de discutir la soberanía que es lo central», manifestó.
Situación general
La asunción de Cambiemos al gobierno significó un cambio en las alianzas internacionales. A medida que se profundizaron las relaciones con Estados Unidos (EEUU) también el gobierno avanzó en la relación con el Reino Unido.
Tal es así, que a fines de junio de este año, el vicecanciller de RU Alan Duncan, anunció el fin del bloqueo de ventas de armas a la Argentina establecido en 2012. Y Teresa May, primera ministra británica, le exigió en agosto de 2017 al gobierno de Macri que cumpla con lo firmado por Malcorra. «La relación británico-argentina no completará su pleno potencial hasta que el gobierno argentino cumpla con sus compromisos públicos que realizó en septiembre de 2016”, manifestó en un comunicado.
La situación es una: a medida que avanza la relación con RU, se desfinancia proyectos de investigación y preservación de recursos. Es el caso del Área Marina Protegida -ubicada a 200 kilómetros al sur de Islas Malvinas-, que perdió 80 % del presupuesto de este año y que fueron al área de Prensa y Difusión de actos de gobierno, (ver «Area Protegida»). «Es el territorio más rico del planeta: gas, petróleo, pesca, y lo mas importante es el agua dulce que es la Antártida, y todo lo vinculado a la investigación en los medicamentos. Hay recursos que se los estamos entregando al imperialismo británico», dijo Alonso.
El ex veterano de Malvinas manifestó que se «está poniendo en riesgo el futuro de las próximas generaciones». Esto coincide incluso con la presencia de bases militares norteamericanas (ver pág. sig). «El desarrollo de las bases militares en América Latina están alrededor de los recursos naturales», manifestó Alonso quien concluyó: «Este gobierno es la entrega del patrimonio nacional. Están destruyendo todo lo que tiene que ver con políticas soberanas».