P
or primera vez, las autoridades europeas firman un documento dando curso al reclamo argentino sobre las Islas Malvinas. Junto con la promesa de una lluvia de inversiones de 45.000 millones de euros, fue otro de los resultados de la tercera cumbre bilateral, realizada el 17 y 18 de julio en Bruselas con los jefes de Estado de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Pasa que hace algo más de tres años, el Reino Unido de la Gran Bretaña decidió abandonar la Unión Europea.
Ahora, “las Malvinas no son más consideradas como territorio europeo”, sino como “territorio en disputa”, consideró Guillermo Carmona, secretario de Estado de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Para el canciller Santiago Cafiero, la declaración “supone un nuevo llamamiento de la comunidad internacional al Reino Unido para que se avenga a cumplir con su obligación de reanudar las negociaciones”.
“En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas – dice uno de los 41 puntos del documento final, la UE tomó nota de la posición histórica de la Celac basada en la importancia del diálogo y el respeto del derecho internacional en la solución pacífica de controversias”.
Lo firmaron Charles Michel y Ursula von der Leyen, quienes presiden el Consejo Europeo y la Comisión Europea, respectivamente.
Ambos bloques reafirmaron además su compromiso con el respeto a la integridad territorial y la solución de controversias por medios pacíficos, principios consagrados en la Carta de las Nacionyes Unidas (ONU), y saludaron la proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Hace un mes, China manifestó justamente ante la ONU su apoyo a la posicion argentina.
“La cuestión de las islas Malvinas es un legado histórico del colonialismo”, dijo Geng Shuang, embajador chino ante ese organismo.