La alemana Úrsula von der Leyen empezó en febrero a advertir que había que estar preparados. Esta semana, el belga Charles Michel, titular del Consejo Europeo, fue más preciso: “si la Unión Europea no da la respuesta correcta y no otorgamos a Ucrania suficiente apoyo para detener a Rusia, nosotros seremos los siguientes”. En la Eurocámara, este miércoles Von der Leyen convocó a “reforzar la industria de la defensa europea” y, a los Estados miembros, “a invertir más en ella”. En las elecciones de junio próximo, ambos ponen en juego sus cargos.
El noruego Jens Stoltenberg, titular de la OTAN, le agregó color. “Los ucranianos no se están quedando sin coraje, se están quedando sin municiones”, dijo.
Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Donald Tusk, mandatarios de Francia, Alemania y Polonia respectivamente, estuvieron reunidos una semana antes acordando lo que se acaba de anunciar. Y un fondo “específico de ayuda militar” de 5.000 millones de euros y la utilización de los activos rusos congelados desde la guerra.
El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, dijo sí a esta última cruzada.
El mandatario ruso, Vladimir Putin, que acaba de ser re-elegido hasta 2030, dijo que no descarta una escalada dado que la OTAN ya ha puesto soldados suyos en territorio ucraniano.
Macron, insistió: “haremos todo lo necesario para que Rusia no pueda ganar esta guerra”.