Este lunes el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció más emisión de deuda para fortalecer las reservas internacionales y cumplir con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El gobierno nacional hará licitaciones de títulos públicos suscripta en dólares con colocaciones superiores a un año y con un límite mensual de 1.000 millones de dólares.
En versiones que circularon en medios de comunicación nacionales, el gobierno informó que pretende emitir hasta 7.000 millones de dólares y así oxigenar las reservas.
El propio FMI pateó la revisión del acuerdo previsto el 13 de junio para los primeros días de julio. Esto implica un mayor plazo para que el gobierno incremente alrededor de 4.500 millones de dólares las reservas y alcance el objetivo acordado con el organismo internacional.
El pasado 15 de abril, en un nuevo acuerdo con el FMI, el gobierno recibió 12.000 millones de dólares del organismo. De esta manera, el Ejecutivo hizo saber que con ese préstamo depositado en la cuenta bancaria y sin cepo, empezarían a aumentar las reservas. Pero eso no ocurrió. Antes del nuevo acuerdo con el FMI, las reservas del BCRA estaban en 24.773 millones de dólares. Al miércoles pasado, las mismas eran de 38.531 millones.
Si se resta el envío del FMI, sólo habrían subido, a números de esta semana 1.758 millones.
Pero también con ayuda de deuda. El pasado 4 de junio, las reservas subieron 1.049 millones de dólares por un nuevo título de deuda de inversores extranjeros que suscribieron el Bonte 2030.
Por donde se lo mire, los dólares prometidos en el acuerdo al FMI no están y por eso recurren a más deuda.
Y este miércoles, el BCRA amplió 2.000 millones de dólares con títulos BOPREAL Serie 1-D. La adjudicación del total licitado fue para siete bancos internacionales, entre ellos Santander, BBVA, Citi, JP Morgan y Morgan Stanley. La operación fue pactada por un plazo de 2 años a una tasa del 8,25% anual.
Además, ayer el BCRA dio de baja la restricción cruzada para no residentes y se eliminó el plazo mínimo de los 6 meses. Esto implica una flexibilización en las condiciones para que los no residentes puedan repatriar fondos.
Los dólares no están
Los datos publicados por el BCRA de abril indican que el saldo de cuenta corriente registró un déficit de 636 millones de dólares. Es el menor en los últimos 10 meses, pero sigue estando en rojo.
“La cuenta corriente continúa siendo fuente de salida de divisas, arrojando un déficit por onceavo mes consecutivo y acumulando un saldo negativo en 2025 de 4.833 millones de dólares”, indicó la consultora ACM.
“La normalización de pagos de importaciones, el saldo negativo en servicios e intereses y el estructural déficit de turismo explican el deterioro de esta cuenta durante este año”, agregó ACM.
Cuando se observa la cuenta financiera de abril, hay un superávit de 14.180 millones de dólares. 13.907 millones se explican por los préstamos con el FMI y los desembolsos de instituciones como el Banco Mundial, BID y la CAF.
Como se puede ver en el gráfico “Evolución rubros cuenta corriente”, mientras el ingreso de dólares de bienes baja en los últimos meses, los servicios (viajes al exterior) consumen gran parte de los dólares del BCRA.
«La cuenta de capital sería favorable si reflejara un proceso de ingreso de inversiones productivas», señaló la consultora VatNet Financial Research.
Empapelados
“Caputo nos sigue empapelando de deuda con un vértigo que no se había visto nunca en la historia”, señaló en su editorial Alejandro Bercovich, economista y periodista.
El periodista indicó que el superávit comercial (calculado entre exportaciones e importaciones), “ya se evaporó en cuestión de meses”. Como se puede ver en el gráfico “Cuenta corriente por sector”, los dólares que ingresaron por venta de bienes no alcanzan a nutrir las reservas del BCRA.
En el primer cuatrimestre de este año las exportaciones crecieron un 6% interanual en dinero empujadas por una buena cosecha. Pero las importaciones aumentaron 36%.
Esta diferencia se “agiganta cuando se tienen en cuenta las cantidades. Descontando el efecto precio, las cantidades exportadas subieron el 5 % y las cantidades importadas el 45%”, señaló.
Bercovich también alertó que el “superávit comercial que promedió 1.500 millones de dólares por mes en 2024, viene siendo de 200 millones por mes. No estamos en terreno negativo porque Vaca Muerta está generando más exportaciones que antes gracias al gasoducto”. Si no fuera por eso habría déficit de bienes, indicó.
Pero el escenario a futuro no es prometedor. Para que pase a positivo es complejo “por el hecho de que se da en medio de un proceso electoral, con variables macro atractivas para la salida de fondos (compra de bienes y servicios, viajes), y unos meses más adelante en un contexto de menores exportaciones agrícolas por cuestiones estacionales”, señaló Pablo Besmedrisnik, economista y director de VDC consultora.
Del colchón
A los fines de raspar dólares, el gobierno anunció el pasado 5 de junio la presentación al Congreso del Proyecto de Ley del Principio de Inocencia Fiscal, que permitirá “blindar a los ahorristas argentinos ante futuras administraciones para que puedan disponer libremente de sus ahorros sin tener que demostrar de dónde los sacaron todo el tiempo”.
En definitiva, regular un principio de inocencia para quienes tengan dólares no declarados (en el colchón) y los ingresen al sistema. La presentación del proyecto la hicieron el Director Ejecutivo de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo; y el Presidente Comisión Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, José Luis Espert.
El titular de ARCA detalló que “para ponerlo en números, significa que, de unas 7 mil causas abiertas hoy en el fuero penal tributario, únicamente quedarán en curso aproximadamente 200 que son las que implican una evasión real y significante”.
