El desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2.000 millones de dólares realizado este mes completa los ya 14.000 millones que el BCRA dispone en sus reservas del endeudamiento. Y es parte del acuerdo de 48 meses aprobado el pasado 11 de abril por un monto total de 20.000 millones de dólares.
Tras la transferencia realizada al BCRA, en el medio de la corrida cambiaria, el FMI sostuvo en un comunicado de prensa que “a pesar de la coyuntura mundial más complicada” el programa de endeudamiento con Argentina fue sólido “como resultado de políticas adecuadamente estrictas”.
El organismo reconoció que “si bien quedó sin cumplir para mediados de junio la meta cuantitativa de acumulación de Reservas Internacionales Netas (RIN), sí se cumplieron otros criterios de ejecución y metas indicativas clave”. Como parte de las tareas cumplidas por el gobierno nacional, “también se aplicaron medidas correctivas para acercar las reservas a la meta fijada para las RIN”.
El punto más que más destaca el FMI es el fuerte ajuste ejecutado por el ministerio de Economía que conduce Luis Caputo. “La meta de déficit fiscal cero sigue siendo el ancla principal de la política económica. Los controles y la disciplina del gasto garantizan el cumplimiento del objetivo de superávit primario del 1,6% del PIB que las autoridades marcaron para este año, además de que crean margen para proporcionar una asistencia social adecuada a los más vulnerables”, reconoció.
Y de cara al futuro, el organismo recomendó que “la consolidación fiscal debe continuar, respaldada por reformas fiscales bien secuenciadas, incluyendo al sistema tributario. Es importante garantizar que cualquier nueva iniciativa tributaria o de gasto esté financiada en su totalidad”.
Es decir, no solo el FMI aplaude el ajuste ya realizado sino que da directivas para que no haya ninguna otra iniciativa que implique mayor gasto social.

En cuanto a las intervenciones realizadas en las últimas semanas por la cartera económica, el FMI indicó que las correcciones monetarias “deben seguir mejorando la gestión de la liquidez y mitigar la volatilidad de las tasas de interés. Por su parte, para anclar aún más la desinflación, sigue siendo esencial una mayor claridad con respecto al régimen monetario a mediano plazo”.
En este sentido, el organismo recomendó que “debe mantenerse la flexibilidad cambiaria, además de seguir realizándose esfuerzos sostenidos para reconstituir las reservas”. Esto es fundamental, sigue el FMI, para que Argentina pueda gestionar mejor los shocks y lograr un acceso duradero a los mercados internacionales de capital en condiciones más favorables.
Las recomendaciones en el comunicado de prensa del FMI indican que los esfuerzos deben ser para “desregular la economía, reducir las barreras a la entrada y mejorar la gobernanza y la eficiencia del Estado”. Para eso, el organismo propone una mayor atención a las siguientes reformas: i) mejorar el mercado laboral para promover el empleo formal y facilitar la movilidad laboral; ii) estimular la inversión extranjera directa mediante la implementación consistente e imparcial del régimen de incentivos para grandes inversiones (RIGI), y iii) aumentar la apertura comercial, continuando la reducción de los impuestos a la exportación que provocan distorsiones, siempre que lo permitan las condiciones fiscales.