Mientras Mientras Trump y Putin estrechaban saludos, en las costas de Venezuela arribaron 4.000 soldados a bordo de los navíos USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson equipados con misiles guiados Aegis, un submarino nuclear y aviones de reconocimiento P8 Poseidón.
El mensaje de la Casa Blanca señaló al gobierno de Nicolás Maduro de ser un ‘cartel’ de narcotraficantes y justificó el despliegue naval como parte de su política de controlar el narcotráfico en la región. Muy en línea con lo que en Argentina dijeron en la apertura de la SOUTHDEC (Ver “El Comando Sur desembarca en Argentina”).

La cancillería de Venezuela emitió un comunicado donde advirtió que: “Estas amenazas no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región, incluyendo la Zona de Paz declarada por la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeño), espacio que promueve la soberanía y la cooperación entre los pueblos latinoamericanos”.
Los gobiernos de México, Cuba y Colombia también manifestaron su repudio al accionar norteamericano, acusándolo de querer convertir a Venezuela en la Siria latinoamericana.