El motivo de esta convocatoria es porque la salud es cosa de todos, salud pública no es sinónimo de salud para pobres ni de hospital estatal. La salud pública es la salud de la población, es la salud de todos.
El problema actual de la salud no es un mero problema salarial, es un problema de sistema, que es insuficiente, obsoleto, regresivo y desigual.
Resistir a los modelos mercantilizados de salud requiere de una comunidad presente y activa, decidiendo lo que se necesita para garantizar condiciones de vida dignas para sentirnos sanos, luego lo necesario para no enfermar y, si enfermamos, acceder a los recursos de restablecimiento de la salud de manera justa y equitativa, sin discriminación.
En nuestra ciudad hace años que el Hospital mantiene una reconfiguración a la baja en lo que respecta a su personal y la situación de pandemia no ha hecho más que agudizar un conflicto largamente denunciado. El personal no da abasto. Las prestaciones crecen en cantidad y complejidad y el personal se reduce. Las condiciones en las que se trabaja son desgastantes y no existe una política de cuidado sostenida en el tiempo para con los trabajadores y las trabajadoras del hospital.
Se mantiene personal en condiciones precarias de contratación y empleo. No se realizan los concursos correspondientes para el ingreso ni pase a planta. No se actualizan las categorizaciones como corresponde. Se adeudan horas y licencias a una cantidad importantísima del personal. No se generan los reemplazos para el personal que se encuentra de licencia y los nuevos ingresos son únicamente para áreas críticas y, aún dentro de éstas, no cubren los requerimientos prestacionales.
No todo es COVID. Se advierte sobre la considerable merma en las prestaciones no-Covid y la consecuente deriva a la que quedan sometidos los usuarios del sistema público de atención sanitaria.
Se pretende suplir la atención presencial mediante el abordaje remoto pero no se ofrecen las herramientas necesarias y no se prevé que ni los profesionales ni los pacientes cuentan con la tecnología necesaria para que esto resulte posible y se realice de manera idónea.
Una mención especial merece las áreas terciarizadas (como por ejemplo limpieza y cocina, tan centrales en esta pandemia) donde lxs trabajadorxs perciben ingresos por debajo del ingreso básico y les descuentan los días de licencia por enfermedad, habiendo además percibido sus haberes en cuotas durante varios meses.
Si nos detenemos en la infraestructura y el mantenimiento de las instalaciones que hacen a una correcta prestación para los pacientes que se encuentran en situación de internación tendremos que dar cuenta de espacios físicos que se inundan cada vez que llueve, camas que no pueden reclinarse, falta de sábanas, frazadas, colchones, averías en sistemas de ventilación, falta de medicamentos e insumos –entre otros-.
Se observa falta de planificación centralizada que vele por los intereses de los trabajadores y usuarios, para una organización más propicia de los recursos existentes.
Pero es aquí donde debemos detenernos ya que somos nosotros quienes colectivamente debemos definir y practicar el sistema de salud que necesitamos.
No tiene sentido esperar que un gobernante de turno le dé forma a lo que pedimos porque sabemos claramente que este gobierno provincial responde a otros intereses y no es muy dado a tomar y hacer valer efectivamente la voz del pueblo.
Por todo esto hoy decimos BASTA!!!!!!!!!!!!!
Multisectorial de trabajadores y usuarios por la Salud Pública.
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