En los últimos días, el gas, el petróleo, el carbón, la electricidad y los derechos de CO2 están alcanzando precios récord en todo el mundo.
El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizar en 83 dólares, su nivel más alto desde octubre de 2018, impulsado por el plan de la OPEP+ de no aumentar su producción. El barril WTI (West Texas Intermediate) alcanzó un máximo de 78,38 dólares, máximo desde 2014.
El costo del gas natural en Europa marcó un nuevo récord en medio de su tendencia alcista en los mercados del continente europeo, superando por primera vez los 1.300 dólares por 1.000 metros cúbicos, según datos de la bolsa londinense ICE para los futuros del gas natural para noviembre del 2021 en el mercado neerlandés TTF.
El precio de la electricidad en el mercado mayorista de casi todos los países europeos ya superó el rango 250 euros/MWh y al menos en la mitad ya sobrepasó los 300. Por tomar un ejemplo, ayer España llegó al récord de 288,53 euros/MWh, incrementando un 570% su valor en un año.
De la mano del gas, también subió el carbón, ya que representa una vía para aumentar la producción eléctrica sin tirar de gas natural. Bloomberg cita operaciones en las que empresas eléctricas pagan hasta 200 dólares por tonelada.
En la actualidad, el 85% de la matriz energética primaria del mundo todavía está formada por hidrocarburos y carbón.
Como consecuencia de esta carrera energética, los precios de los derechos de emisión de dióxido de carbono están también disparados. El precio ha superado los 65 euros por tonelada por primera vez en la historia.
La Unión Europea (y también Estados Unidos y otros países occidentales) introdujeron hace una década un mercado con derechos de emisión. Las empresas eléctricas tienen unos cupos máximos para emitir CO2 pero, si se pasan, tienen que comprar derechos de emisión a otros operadores. A su vez, si consiguen reducir las emisiones, les sobrarán derechos de emisión y podrán venderlos. Así se internalizan los costes de la contaminación y se trata de reducir la liberación de gases que contribuyen al efecto invernadero y al calentamiento global.
Causas y consecuencias
La recuperación de la economía pos-pandemia y el reinicio de las industrias del mundo, sumado al invierno del norte global, están generando una demanda energética que no se está pudiendo cubrir. A esto se suma la escasez de producción de energía por la ausencia de viento en Europa, los huracanes en el Caribe y las sequías en América Latina.
En Brasil, por ejemplo, los caudales más bajos de la cuenca del río Paraná en casi un siglo redujeron fuertemente la producción de energía hidroeléctrica y obligaron a las empresas de servicios públicos a impulsar las importaciones de gas a un máximo histórico en julio.
Según Barclays, “el aumento gradual del bombeo de la OPEP+ no cerraría la brecha de suministro de petróleo al menos hasta el primer trimestre de 2022, ya que es probable que la recuperación de la demanda continúe superándose y contraste con la capacidad limitada de algunos productores del grupo para elevar su producción”.
Bank of America predice un futuro oscuro si el Brent continúa escalando, pudiendo convertirse en un actor desestabilizador que provoque la próxima macrocrisis. “Puede que estemos a una tormenta del próximo macrohuracán”. Incide en varias razones: la sustitución del gas por el petróleo si los precios del gas siguen subiendo, un invierno de frías temperaturas y el aumento del tráfico aéreo con la reapertura de Estados Unidos. “Si todos estos factores confluyen, los precios del petróleo podrían dispararse y provocar una segunda ronda de presiones inflacionistas en todo el mundo”.
Crisis en Europa y medidas de choque
El panorama europeo es crítico. Se registraron nuevos récords en uso de combustibles para calefacción y generación de energía. Y para peor, no hay stock suficiente para alimentar la recuperación pospandemia y, al mismo tiempo, recargar las existencias agotadas antes de los meses fríos.
De acuerdo con Eurostat (estadísticas de las UE), la energía experimentó en septiembre un aumento de 17,4%. La inflación en la Eurozona fue del 3,4% en septiembre, casi rozando el 3,6% de septiembre de 2008.
En el Reino Unido, los precios récord de la energía provocaron cierres de plantas de fertilizantes y las plantas de acero. A la vez, millones de hogares en Inglaterra, Gales y Escocia recibieron un aumento del 12% en sus facturas de luz, el máximo incremento permitido. La subida de precios ha provocado el colapso de siete empresas energéticas, cuyo millón y medio de clientes ha tenido que ser traspasado por vía administrativa a otras empresas.
En España el gobierno aprobó un plan de choque que contiene de forma temporal estas subidas, rebajando los impuestos y descontando algunos ingresos extraordinarios de las eléctricas, lo que valió la calificación de “intervencionismo terrorífico” por parte del presidente de la energética Iberdrola, Ignacio Galán-
Jean Castex, primer ministro de Francia, anunció las medidas para contrarrestar el aumento del precio del gas, que no podrá ser objeto de más aumentos de tarifa después de la última subida del 12,6 % y hasta abril de 2022, y de la electricidad, cuyo incremento máximo será del 4%. “El alza (en electricidad) es menor que en el extranjero porque nosotros producimos prácticamente lo que consumimos gracias a la energía nuclear y las renovables”, planteó
Mario Draghi, primer ministro italiano, anunció que el gobierno aprobó un millonario paquete de ayuda para los hogares de 3.000 millones de euros para amortizar el aumento de gas y luz. “Sin la intervención del gobierno, durante el próximo trimestre el precio de la electricidad aumentaría alrededor de un 40% y el del gas de un 30%”. “Hemos decidido eliminar, para el último trimestre del año, los costos de infraestructura de gas para todos, y los costos relacionados con la electricidad para las familias y las pequeñas empresas”.
Kadri Simson, la comisaria europea de energía anunció que la Comisión Europea prevé presentar una propuesta de reforma del mercado europeo del gas antes de que acabe 2021. Entre las medidas se encuentran apoyos específicos a los consumidores, pagos directos para quienes estén en riesgo de pobreza energética, recortes en la fiscalidad de la energía y traslado de cargas a la fiscalidad general. “Para fin de año, propondremos una reforma del mercado de gas y revisaremos en ese contexto problemas en torno al almacenamiento y la seguridad del suministro”. Añadió que la semana que viene se presentarán «una serie de medidas que los Estados miembros podrán aplicar a medio y largo plazo» que permitirán afrontar la crisis mientras llega la reforma.
El papel de Rusia
Los países de la Europa occidental apelan a una ayuda de exportadores como Rusia, que aceleran los pasos para mantener los envíos de gas natural. Por momento, los precios suben ante la incertidumbre por el comienzo de las operaciones del nuevo gasoducto Nord Stream 2, cuya construcción acaba de concluir.
La infraestructura, que conecta a Rusia y Alemania, tiene capacidad para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de combustible anuales, lo que cubriría en parte la demanda de gas en Europa.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, en una reunión con funcionarios rusos para abordar la situación energética, planteó que Rusia «siempre» será un suministrador “fiable” de gas, cumplidora de sus “obligaciones”. Expresó la disposición del país para colaborar en la estabilización de los mercados energéticos, subrayando el deseo de Rusia de que este esfuerzo sea llevado a cabo sobre una base comercial y teniendo en cuenta los intereses de todos los participantes. Además, atribuyó la actual crisis a las bajas temperaturas del último invierno y a los “errores” cometidos por la Unión Europea al abordar la política energética, señalando la “histeria» y el “lío” que, en su opinión, ha cundido entre los 27.
“Hablamos con la anterior Comisión Europea, y todas sus actividades iban encaminadas a restringir los contratos a largo plazo y la transición al intercambio comercial de gas, y resultó que esta política es errónea, ya que no tiene en cuenta las especificidades del mercado del gas debido a una gran cantidad de incertidumbres”. “Como saben, el mercado energético mundial no tolera el alboroto ni la vacilación. Los planes de inversión aquí son a largo plazo. Por lo tanto, acciones duras e imprudentes pueden conducir y, a juzgar por la situación actual del mercado, ya han conducido a serios desequilibrios”.
Esta semana, las acciones de la compañía energética Gazprom (Rusia) marcaron un récord en la Bolsa de Moscú, llegando a los 381,35 rublos (5,22 dólares).
¿Y si China para?
El encarecimiento del gas y el carbón no son los únicos limitantes para la denominada “fábrica del mundo”.
Con el objetivo de cumplir los estándares internacionales en lo referido a la emisión de gases contaminantes (alcanzar el pico de emisiones antes de 2030 y llegar a la neutralidad de carbono antes de 2060), el Partido Comunista Chino ha implementado una serie de medidas que chocaron de lleno con las necesidades productivas de uno de los principales motores del mundo, en especial con la inmensa cantidad de peticiones de chips y productos en todo tipo de industrias.
China se comprometió a reducir la intensidad energética, la cantidad de energía consumida por unidad de crecimiento económico, en alrededor de un 3% en 2021 para cumplir con sus objetivos climáticos.
Según expertos en economía y medioambiente, los fabricantes han consumido su cuota energética más rápido de lo que habían previsto, sobre todo por la explosión de la demanda tras la pandemia, por lo que, en pos de promover la eficiencia energética, el gobierno ha cortado la luz de forma intermitente en fábricas y zonas residenciales.
Quince empresas chinas informaron que la producción se vio interrumpida por restricciones de energía, mientras que más de treinta empresas que cotizan en Taiwán con operaciones en China dejaron de trabajar para cumplir con los objetivos energéticos.
La banca de inversión Goldman Sachs decidió revisar a la baja su previsión de crecimiento económico para China durante el resto del año, debido a las reducciones en producción en algunas industrias. Ahora espera que el Producto Bruto Interno (PBI) chino crezca un 7,8% interanual en 2021, cuatro décimas menos que el 8,2% previsto anteriormente.
Morgan Stanley dijo que el producto interno bruto (PIB) de China caerá 1% en el cuarto trimestre de este año, afectado por una disminución interanual del 9% en la producción de acero de septiembre a diciembre debido a cortes de energía, así como a los respectivos 7% y 29% en el suministro de aluminio y cemento.
La reducción de la producción tiene un correlato directo no solo con el abastecimiento global de materias primas, sino también con los precios mundiales de las mismas, los cuales se hayan en aumento influyendo en la economía del planeta.