Recientemente, Moody´s Analytics emitió un informe advirtiendo sobre el empeoramiento de la crisis en las cadenas de suministro global. “A medida que la recuperación económica mundial continúa cobrando fuerza, lo que es cada vez más evidente es cómo se verá obstaculizada por las interrupciones de la cadena de suministro que ahora están apareciendo en cada esquina”, reza el artículo.
El informe explica que “los controles fronterizos y las restricciones de movilidad, la falta de disponibilidad de un pase de vacuna global y la demanda reprimida por estar estancada en casa se han combinado para una tormenta perfecta en la que la producción mundial se verá obstaculizada porque las entregas no se realizan a tiempo, los costos y los precios aumentarán y el crecimiento del PIB en todo el mundo no será tan sólido como resultado”.
A lo detallado por la agencia calificadora de riesgo, hay que agregar la crisis energética actual que afecta principalmente a los países de Europa y Asia, así como los cambios de patrones de comportamiento de la sociedad durante la pandemia, multiplicando el crecimiento de la demanda de comercio electrónico.
Inflación global
La inflación interanual de septiembre en EEUU y en la zona euro, tocó máximos desde 2008 (5,4% y 3,4%, respectivamente). En ambos casos, los mayores incrementos están relacionados a los precios de la energía y de los alimentos (en España, por ejemplo, la factura eléctrica aumentó un 43% en doce meses). La inflación interanual alemana, de agosto, fue del 4,1%, récord desde 1993.
El FMI, en su informe “Recuperación durante una pandemia…” ya planteó que “es posible que sea necesario ajustar la política monetaria para adelantarse a las presiones de precios, incluso si eso retrasa la recuperación del empleo”.
La Oficina Nacional de Estadísticas de China, por su parte, anunció que el crecimiento trimestral se redujo un 3% hasta septiembre: “Debemos señalar que las incertidumbres en el entorno internacional actual están aumentando y la recuperación económica nacional sigue siendo inestable y desigual”.
Congestión portuaria
La Autoridad Portuaria Británica advirtió que los mayores puertos de contenedores del mundo seguirán atascados entre seis y nueve meses debido a la crisis de la cadena de suministro. Financial Times agregó que actualmente hay 584 barcos de transporte de contenedores atascados en el exterior de los puertos en todo el mundo: el doble de los que había a principios de año.
A su vez, el costo de envío de mercancías creció en forma exponencial: el precio medio de envío de un contenedor de 12 metros se acerca ahora a los 10.000 dólares, dos veces más que a principios de año y 10 veces más que antes de la pandemia.
Frente a la problemática, los gobierno avanzan con medidas.
Today I’m announcing that the Port of LA will begin operating around the clock 24/7 to make sure Americans can get the goods they need.
My Administration is working around the clock to move more goods faster and strengthen the resiliency of our supply chains.
— President Biden (@POTUS) October 13, 2021
Joe Biden, presidente de EEUU, anunció que “luego de semanas de negociaciones”, el puerto de los Ángeles comenzará a operar las 24 horas del día y los siete días de la semana. “Este es el primer paso clave para mover toda nuestra cadena de suministro de carga, transporte y logística en todo el país”. Tanto este puerto, como el vecino de Long Beach, operarán el doble de horas que a principio de año.
Los dos puertos del sur de California manejan el 40% de los contenedores de carga que traen mercancías importadas al país, pero durante gran parte de este año ha habido paralización de decenas de barcos anclados fuera de los puertos, esperando un promedio de 10 días para llegar a descargar mercancías.
El nodo central: los trabajadores
El texto de Moody´s plantea que quizás el eslabón más débil sea la escasez de conductores de camiones. En ese marco enfatizó la falta de un “esfuerzo global concertado para garantizar el buen funcionamiento” de la red mundial de logística y transporte.
En septiembre la Cámara Naviera Internacional (ICS, por sus siglas en inglés) y otros grupos de la industria advirtieron sobre un “colapso del sistema de transporte global” si los gobiernos no restablecen la libertad de movimiento a los trabajadores del transporte y les dan prioridad para recibir las vacunas contra el covid-19 reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Todos los sectores del transporte también sufren escasez de trabajadores y esperan que más se vayan como resultado del mal trato que han sufrido millones de personas durante la pandemia, lo que pone a la cadena de suministro bajo una mayor amenaza”.
“La cadena de suministro mundial es muy frágil y depende tanto de un marinero como de un camionero para entregar mercancías”, planteó Stephen Cotton, secretario general de la ITF (Federación Internacional de Trabajadores del Transporte). “Ha llegado el momento de que los jefes de gobierno respondan a las necesidades de estos trabajadores”.
John Drake, vicepresidente de políticas de cadena de suministro de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, explicó que el país perdió unos 100.000 camioneros en activo durante la pandemia tras el cierre de muchas empresas de transporte: “Esa es parte de la razón por la que estamos viendo esta acumulación de contenedores en los puertos, porque simplemente no existe la capacidad en forma de conductores, trabajadores del puerto y de almacenes para mover la cantidad de mercancías que están entrado”.
Adán Álvarez, portavoz del sindicato Teamsters de la zona portuaria de los Ángeles, precisó que “no hay falta de mano de obra, sino que hay falta de puestos de trabajo de calidad” y manifestó que “la industria del transporte ha explotado a los trabajadores por varias décadas”. Hoy, estas compañías, por primera vez en la historia “están viéndose en una situación que tienen que atraer empleados”, lo que “dio una oportunidad a los trabajadores para exigir mejores condiciones”.
“La gran renuncia”
El Departamento de Trabajo de EEUU anunció que 4,3 millones de personas renunciaron a sus empleos en agosto, alrededor de 2,9% de la fuerza laboral del país, lo que genera que existan 10,4 millones de puestos vacantes a finales de ese mes.
En casi todos los sectores monitorizados por la Oficina de Estadísticas Laborales, las renuncias están en los niveles más altos registrados desde que comenzó a seguirse la estadística en 2001.
“Páguenles más”, fue la propuesta que Joe Biden ofreció en junio a los empresarios que aducían “no encontrar trabajadores”.
Según datos de la OCDE, en los países que la componen, hay 20 millones de trabajadores activos menos que antes de la pandemia.
El caso de Inglaterra
A fines de septiembre, BP (ex British Petroleum) recortó un 20% sus entregas de gasolina a las estaciones de servicio de Inglaterra por la falta de camioneros. No fue la única, lo que derivó en el cierre de decenas de estaciones de servicio, produciéndose grandes colas y conflictos entre consumidores para aprovisionarse de combustible. La Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA) llegó a contabilizar hasta un 27% de “surtidores secos”. El desorden del servicio derivó en demanda social: el personal “esencial” (médicos, enfermeros, seguridad) pidió prioridad en el abastecimiento e incluso los maestros plantearon volver a la virtualidad si no tienen respuestas.
En este escenario, el gobierno de Boris Johnson anunció el otorgamiento de 5.000 visas temporales para atraer a conductores extranjeros, renunciando a los visados estrictos implementados este año. Kwasi Kwarteng, secretario de negocios británico, fue quién expresó: “Si es necesario, el despliegue de personal militar proporcionará a la cadena de suministro una capacidad adicional como medida temporal para ayudar a aliviar las presiones causadas por los picos de demanda localizada de combustible”. Johnson también anunció el relajamiento del número de entregas que pueden hacer los camioneros extranjeros, permitiendo que puedan hacer un número ilimitado de viajes durante un periodo de dos semanas. Es que en la actualidad, los conductores procedentes de la Unión Europea sólo pueden realizar dos recogidas y entregas en los siete días siguientes a su llegada a Gran Bretaña.
Pero no fue solo en los camiones. A la medida se sumaron 800 visados temporales para carniceros extranjeros, tras advertir que hasta 150.000 cerdos podrían ser desechados debido a la escasez de mano de obra en la industria de procesamiento de carne, mientras que el Servicio Nacional de Salud (NHS) informó alrededor de 39.000 vacantes para enfermeras registradas en el país.
La Oficina Nacional de Estadísticas informó que la cantidad de empleos disponibles en Gran Bretaña ascendió a un récord de casi 1,2 millones.
Boris Johnson, mientras tanto, explicó que los problemas que sufre la economía británica, responden al “período de ajuste” del mercado laboral tras el Brexit y por la rápida recuperación pospandemia. “Lo que vemos son las presiones y las tensiones que sufre una economía que es la que más crece de los países del G7”.
Desde la Unión Europea, la respuesta fue polémica. Quien probablemente sea el próximo canciller de Alemania, Olaf Scholz, opinó: “Trabajamos duro para convencer a los británicos de que no dejaran la Unión Europea” pero “ahora que decidieron hacerlo, espero que puedan gestionar los problemas que se derivan”.
En toda Europa
El fenómeno de la “Gran Renuncia”, y la falta de personal derivado de restricciones de movilidad y derechos laborales, no son exclusivas del mundo anglosajón.
Por tomar un caso, según la asociación europea de transportistas (UETR), a la fecha, se necesitan 400.000 profesionales para cubrir todas las necesidades de las empresas transportistas en todo el continente.
Geoffroy Roux de Bézieux, presidente de la patronal francesa MEDEF, se lamentó hace algunos meses de que la falta de mano de obra los llevaría a aplicar “forzosamente aumentos salariales bastante significativos”. De igual forma, Annette Widmann-Mauz, secretaria de Estado de Integración de Alemania, habló recientemente sobre una necesidad “desesperada” de atraer trabajadores extranjeros. A principios de año existían 270.000 vacantes puestos de trabajo clasificado.
En Italia, por su lado, los puestos desiertos por las dificultades para encontrar trabajadores cualificados subieron entre un 0,2% y un 0,6%, dependiendo del sector, mientras que la Oficina Central de Estadística de Holanda mencionó que por cada 100 desempleados existen 106 puestos vacantes.