El miércoles por la mañana en su programa radial, Cinthia García presentó un documento de apoyo al gobierno que dice: “ante las minorías excluyentes, construcción de mayorías”. Y “ante los propios deseos, diálogo con los sectores populares”.
En las asambleas de base del movimiento social, asalariado o no, solo se habla de la pobreza que aprieta y que los que votamos hacen las cosas al revés. Aspectos que después no salen en los documentos escritos en las cumbres porteñas que hacen de la política una actividad de mercadeo.
Ayer nomás, acaban de aprobar la estafa que nos hicieron y que empezamos a pagar con el trabajo no remunerado de hoy y de mañana.
Hay que declarar la guerra a los especuladores, claro que sí. Pero no son a quienes las condiciones de vida y de producción les llegan ya determinadas. Los especuladores no están en la calle sino en las bóvedas de los bancos, en las cúpulas de los directorios de los fondos de inversión y en la gestión de las bolsas.
No hay errores. Hay decisiones.
El problema político es el sujeto político, que realmente ejerce el poder. La realidad se ha hecho verdad. Hay que tomar posesión y que los demás ocupen el lugar que les quede.