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l INDEC publicó la semana pasada el informe sobre la “Evolución de la distribución del ingreso”, correspondiente al cuarto trimestre del año 2021, dando cuenta que la masa total de ingresos percibidos por la población había aumentado un 66,4% en un año. Un incremento superior al de los precios, que fue del 50,9%, según el mismo INDEC.
¿Cómo se repartió esa expansión? Los ingresos del segmento más alto (decil 10) aumentaron un 60% en ese año y llegaron a 98.481 pesos, promedio, por persona. Los ingresos del segmento más bajo (decil 1) se duplicaron (+103,86%) y llegaron así a 5.953 pesos.
Así, un 10% de la población promedia ingresos que son 17 veces el ingreso del otro 10%. Esa relación (17 a 1) mejoró en 2021 respecto a 2020, cuando era de 21 a 1.
En el decil más bajo, las personas tuvieron ingresos de entre 0 y 8.660 pesos. En el decil más alto, de 63.300 a más de 2 millones de pesos.
El Coeficiente Gini (en el que 0 implica completa igualdad entre el decil más alto y el más bajo) bajó a 0,413 aproximándose a la distribución de 4 años atrás.
Aún con más masa de dinero ingresada en los hogares y un achicamiento de la relación entre lo que se llevan a casa unos y otros, el 50% de la población quedó con un ingreso per cápita inferior a la Canasta Básica Total (CBT) para un adulto (de 24.643 pesos, en diciembre de 2021). Y el 20% no llegó a cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA), de 10.688 pesos por adulto en diciembre 2021.
Así quedó delimitada la población en condiciones de pobreza y de indigencia en ese período. Ahora, en febrero de 2022, el INDEC indicó que un 37,3% de argentinos viven en la pobreza y un 8,2% en la indigencia.
Más ingresos
El informe de INDEC, basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que releva 31 aglomerados urbanos del país –entre ellos, Río Cuarto-, da cuenta que el 60,4% de las personas que componen toda la población, tuvo algún tipo de ingreso, sea como retribuciones laborales, rentas, ayudas familiares, ayudas sociales o jubilaciones y pensiones.
De ese conjunto, las personas en condición de “ocupados” (sean asalariados, patrones o cuentapropistas) representaron el 72% en 2021 y eran el 68% en 2020. Lo que recibieron como ingreso siguió el mismo camino: llegó al 74% del total y representaba el 66% el año previo. Por la contra, los no ocupados con ingresos pasaron de ser el 34% al 26%.
Menos para los asalariados
Pero con la población “asalariada” pasó lo contrario: aumento 2,5% su participación en la cantidad total de ocupados pero bajó 4% su participación en la torta total de ingresos de los ocupados.
Pasa que los ingresos de los asalariados mejoraron un 54% de 2020 a 2021 y un 116% los no asalariados: patrones y cuentapropistas.
El ingreso salarial promedio fue de 55.823 pesos. El 80% de los trabajadores no llegaron al precio de la CBT de una familia tipo (dos mayores y dos menores), la cual superaba apenas los 76.000 pesos a fines de 2021.
Peor aún resultó para los asalariados informales, que son un tercio del total y el ingreso promedio fue prácticamente la mitad: 28.500 pesos por persona. Solo un 10% de ellos tuvo ingresos arriba de los 80.000 pesos, en ese trimestre.