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rán presentó el martes su primer misil balístico hipersónico de fabricación nacional, que tiene un alcance de 1.400 kilómetros y es capaz de traspasar todos los escudos antimisiles y destruirlos. El acto fue encabezado por su presidente, Sayyed Ebrahim Raisi, el ayatolá Jamenei, los comandantes del Cuerpo de Guardias Revolucionarios y su Fuerza Aeroespacial. Uno de ellos, el general de brigada Amir Ali Hayizadeh aseguró que Irán “se convirtió ahora en uno de los cuatro países del mundo que tienen esta tecnología”. Por su velocidad -alcanzó el nivel Mach 14 de 15.000 km/h- y movimiento en diferentes direcciones y alturas, no puede ser destruido por ningún otro misil.
Ese mismo martes, el Tesoro de EEUU anunció nuevas sanciones contra una docena de personas, empresas y entidades oficiales de China, Hong Kong e Irán, acusándolos de formar una red transnacional ilícita que triangula piezas y tecnologías para el desarrollo de misiles balísticos de Irán.
Dos semanas atrás, Irán había presentado otro, equipado con tecnología de evasión de radar. El Jeibar, con un alcance de 2.000 kilómetros, capaz de portar una ojiva con 1.500 kilogramos de municiones, con mayor precisión que otros anteriores debido a un mejor sistema de guía en la fase intermedia que realiza volando por encima de la atmósfera y que, cuando desciende se apaga para evitar su rastreo electrónico.
“Es el resultado de años de esfuerzos de científicos iraníes en la Organización de Industrias Aeroespaciales (AIO) del Ministerio de Defensa”, dijo entonces su titular, Mohammad Reza Ashtiani.
Debido al desarrollo de este tipo de misiles, en 2018 y con Donald Trump como presidente, EEUU se retira del pacto nuclear que Irán había firmado en 2015 con los seis países potencia. China e Irán firmaron en marzo de 2021 un acuerdo de cooperación de 25 años para fortalecer su alianza económica y política. Pekín se ha convertido en un importante comprador de petróleo iraní a pesar de las sanciones estadounidenses para hacerlo.